BILBAO. El Casco Viejo bilbaino se iluminó ayer de ilusión y magia. La Navidad llegó para iluminar las Siete Calles bilbainas. Por eso, centenares de personas no dudaron en acercarse a la zona histórica de la villa para ser testigo de cómo se transforma esa parte de la villa.

“Hay mucho ambiente, y además ha coincidido con el Black Friday, algo que ha sido una oportunidad, porque las calles están llenas de gente”, indicó ayer la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Eider Txarroalde. En la misma línea, cree que “es un momento muy bonito para que, además, las personas redescubran el Casco Viejo, porque últimamente la gente siempre transita por las tres calles de siempre y no van más allá”.

La fiesta comenzó con una representación de las seis sorginas, arraigadas en la mitología vasca, que fueron las encargadas de recordar la magia navideña a los asistentes y, además, poner el valor el papel de la mujer a lo largo de la historia. Junto a ellas estuvo una sorgina especial, Maitasuna, que fue seleccionada por los responsables comerciales “con el objetivo de representar el amor y el cariño con que el comercio local del Casco Viejo trata a sus clientes”.

La presentación de las cualidades de cada una de las mentoras del Casco Viejo fue anunciada desde la balconada de la Asociación de Comerciantes, en la Plaza Nueva de Bilbao, donde fueron apareciendo alrededor de cincuenta ayudantes para acompañar al público durante el desfile. Cada uno de ellos fue vestido para la ocasión como los diferentes sectores comerciales, para dar a conocer la oferta comercial que existe en la parte histórica de la capital vizcaina. “Si la gente todavía no tiene pensado que le va a pedir al Olentzero, es una muy buena oportunidad para sacar ideas de este catálogo viviente”, indicó Txarroalde.

A partir de ahí, el evento transitó por una veintena de calles del Casco Viejo en una kalejira musical. Así, sorginas y sus acompañantes repartieron más de 500 regalos entre el público. La kalejira recorrió calles como Fueros, Correo, Sombrerería, La Cruz, Bidebarrieta, Perro, Carnicería Vieja, Belosticalle, Tendería, Artecalle, además de pasar por los cantones.

La iluminación

La kalejira finalizó en la calle La Cruz, frente al Museo Vasco, donde se procedió al encendido de las luces de la mano de la presidenta de la Asociación, el concejal del área de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, Xabier Otxandiano, y la edil de Cooperación, Convivencia y Fiestas, Itziar Urtasun. A partir de las 20.30 horas, las calles del Casco Viejo se iluminaron y ambientarán durante las próximas semanas la ilusión de ciudadanos y turistas. “Es la apuesta más grande de los últimos años”, indicaron desde la Asociación de comerciantes del Casco Viejo.

El alumbrado cuenta con ocho tipos de elementos diferentes: lámparas tridimensionales, de siete metros de ancho, hechas faldones de luces led y adornadas con ristras de bolas de oro plata que emiten destellos en los laterales; lámparas de hojas frías y cálidas; iluminación a base de bolas con pequeños destellos; semicírculos y cubos iluminados o guirnaldas lumínicas que alumbrarán las palmeras de la Plaza Nueva.