Bilbao - El Palacio Euskalduna contará con una nueva zona de almacenes el próximo año, que duplicará su espacio de depósito. Lo curioso de las obras es el lugar donde se ubicarán las nuevas dependencias: el túnel que dejó la antigua línea ferroviaria Santurtzi-Bilbao de Renfe en las inmediaciones de la rotonda del Sagrado Corazón. Una gigantesca caverna, con una altura cercana a los diez metros, que hasta ahora se encontraba en desuso y ha sido cedida por el Ayuntamiento de Bilbao al Palacio para que pueda dar una mejor respuesta a las necesidades de los congresos que se celebran en sus instalaciones. Las obras comenzarán el primer trimestre del próximo año, de forma que los almacenes estén disponibles en primavera.

Hasta que en 1999 fue inaugurada la denominada variante sur ferroviaria en la capital vizcaina, el trazado de la línea de Cercanías Bilbao-Santurtzi de Renfe llegaba desde Olabeaga a La Naja, atravesando a cielo abierto lo que hoy en día es Abandoibarra. Ese año, se inauguraron las estaciones de San Mamés, Autonomía y Zabalburu, de forma que la línea finalizaba en Abando. Aunque con este cambio se cerró la histórica estación frente al Teatro Arriaga, se mantuvo un ramal que iba desde Olabeaga hasta la parada del Parque/Guggenheim. No fue hasta 2002 cuando se cerró esta pequeña línea, que permitió liberar los terrenos por los que luego discurriría el tranvía.

Aunque el tren ligero utiliza el mismo trazado que aquella línea de tren, cuando llega a la parada de Abandoibarra, frente al centro comercial Zubiarte, comienza un pequeño ascenso hasta llegar a la rotonda del Sagrado Corazón. El espacio por el que iban las vías ferroviarias queda justo por debajo y es una gigantesca caverna hoy en día prácticamente en desuso. Propiedad municipal, el Ayuntamiento ha cedido parte de esos terrenos a Euskalduna.

Se trata de un inmenso túnel de 155 metros de largo y quince de ancho, cuya altura supera los diez metros en algunos puntos. La zona este del túnel está abierta, cubierta con una valla, justo por debajo de la rotonda del Sagrado Corazón, junto al edificio de la Jefatura de Tráfico. El espacio, de 2.300 metros cuadrados, hoy en día solo se utiliza para dar acceso a la zona de almacenes del Palacio. Desde un lateral de la fachada del Museo Marítimo, se adentra un vial de servicios por el que entran los camiones y trailers que llevan tanto los alimentos para los restaurantes como los materiales que precisan los congresos.

El incremento del número de citas de este tipo ha sido, precisamente, el detonante para que Euskalduna haya buscado un nuevo espacio de almacenaje. Las actuales zonas de depósito, aproximadamente diez almacenes que suman alrededor de 120 metros cuadrados, se han quedado pequeñas para guardar todo el material que mueve un evento de este tipo hoy en día, sobre todo para las zonas expositivas. Y es que la concatenación de congresos hace que, muchas veces, sea necesario almacenar el material del siguiente evento cuando todavía no se ha desmontado el anterior. “Hay congresos que requieren una logística importante y tardan dos o tres día en montarse; en ocasiones suponen traer cuatro trailers desde Alemania”, explica Andoni Aldekoa, director de Euskalduna. La demanda de espacio por parte de los organizadores de eventos, que traen stands cada vez más sofisticados y de dimensiones más abultadas, con pantallas gigantes o equipos de sonido, entre otros materiales, es cada vez mayor. “Y, lógicamente, cada vez requiere más espacio para almacenar ese material, porque en ocasiones lo van enviando de forma escalonada”. Lo ilustra con un ejemplo real: el material para un evento privado que tiene lugar un viernes comenzó a llegar el lunes.

Para uso congresual Euskalduna no ocupará toda la galería para construir sus nuevos almacenes; de hecho, los almacenes contarán con 400 metros cuadrados aproximadamente de los 2.300 totales. El espacio, cedido por el Ayuntamiento, no podría acoger otros usos, como salas, “porque se escuchan las vibraciones del tranvía”, explica Aldekoa. Serán zonas de depósitos para la actividad congresual y de convenciones, ya que los montajes artísticos suelen montar y desmontar el escenario en el mismo día. “Una producción no puede estar parada”, recuerda. En total se habilitarán cuatro nuevos almacenes, en la zona más profunda del túnel. Los dos más interiores se destinarán al Palacio Euskalduna: uno para poner a disposición de los clientes y otro para uso propio. Aquí se podrán ubicar, por ejemplo, algunas de las cuatrocientas butacas que se retiran de la Sala Berria -parte de ellas son retráctiles-, en la zona de ampliación, cuando se quiere disponer de todo el espacio diáfano, además de otros materiales como el millar de sillas o las trescientas mesas de las que dispone el Palacio, que se utilizan para determinados actos pero en otras ocasiones hay que guardar. Los dos restantes serán para la ABAO y la BOS, que tienen su sede oficial en el edificio. “La ABAO, por ejemplo, tiene el mismo problema; las producciones le llegan con mucha antelación”, avanza el gerente. Entre cada uno de los almacenes existirá un espacio de separación y la nueva zona de depósito contará también con un vial propio para que los vehículos puedan llegar y descargar el material. Con este nuevo espacio, Euskalduna pasará de contar con 120 metros cuadrados de depósito, distribuido en 10 almacenes, a 320 metros cuadrados.

Actualmente se está ultimando la redacción del proyecto y las obras está previsto iniciarlas en el primer trimestre del próximo año. Con una duración de dos meses, los nuevos espacios podrán estar ya disponibles para primavera. Los trabajos incluirán la adecuación del espacio, con la construcción de tabiques y cubiertas, y la instalación de sistemas de iluminación, ventilación y seguridad, como cámaras.