Bilbao - La rotonda Pío X ubicada junto al Puente de Deusto, conocida por ser uno de los puntos viarios más conflictivos de la ciudad, modificará sustancialmente su apariencia para incluir una conexión de bidegorris. El Área de Movilidad y Sostenibilidad, que el año que viene contará con un presupuesto de 59.022.100 euros -un 10,2% más que el presente ejercicio-, destinará 500.000 euros a este proyecto, en consonancia con la fuerte apuesta que realiza por una ciudad ciclable. De hecho, dedicará casi 3 millones de euros al servicio municipal de bicicletas y a las infraestructuras de movilidad ciclista.

Según detalló ayer Alfonso Gil, concejal de Movilidad y Sostenibilidad, en la comisión municipal para desglosar las cuentas de su Área, la actuación “potente” que realizará en la rotonda Pío X no está presupuestada en el Área de Obras porque incide en la conexión de los bidegorris. “Vamos a darle solución a un problema que estaba muy estructurado en la ciudad. Hasta ahora ha sido un desastre, es la rotonda en la que más accidentes de chapa se producen”, indicó el edil sobre la glorieta que pasará a tener forma de almendra. Asimismo, la parada de Bilbobus cambiará de lugar y, pensando en el futuro, se dejará un espacio liberado para la entrada de la futura línea 4 de Metro Bilbao. Según el concejal, aunque se licite antes, la previsión es que las obras se ejecuten a finales del próximo año.

El cambio de paradigma circulatorio promovido por el Consistorio incidirá en el impulso a la bicicleta, por lo que el servicio municipal Bilbao Bizi, que en 2019 sumará 450 bicicletas eléctricas y 41 estaciones, se llevará un montante de 1.636.211 euros. Mientras tanto, las infraestructuras de movilidad ciclista contarán con 1.492.112 euros entre los que la construcción de bidegorris se llevará la gran parte, hasta 1.391.000 euros. Además, se destinarán 50.000 euros a las bicicletas adaptadas, la prueba piloto para implementar aparcabicis seguros tendrá un coste de 15.000 euros y el lavadero de bicicletas en Olabeaga, producto de los presupuestos participativos, contará con 10.000 euros.

El monto más importante, como es habitual, se lo llevará el servicio municipal de Bilbobus con 32.698.000 euros. “Se está realizando un grandísimo esfuerzo en la compra de vehículos, el objetivo es que no haya buses de más de 12 años”, detalló el Gil, quien añadió que para las nuevas aceras en las paradas de Bilbobus destinarán 264.500 euros.

Otro de los proyectos estratégicos será el control de accesos al Casco Viejo para lo que dedicarán 756.190 euros, concretamente para la instalación de las cámaras y el software que se necesita para el sistema. “Estará en marcha el año que viene”, detalló el concejal sobre esta iniciativa que se adjudicará en los próximos meses. Asimismo, consagrarán 67.760 euros a la apertura de una oficina de atención ciudadana y el mantenimiento de las cámaras, una vez que empiecen a funcionar. En esa línea, se adecuará el centro gestión de la movilidad con 576.300 euros que servirán para controlar el espacio público viario. “Vamos a implementar lo que tenemos desagregado, y añadir a la circulación los ascensores, las bicicletas, las cámaras del Casco Viejo... Todo va a estar centralizado”, detalló el Gil.

Entre los proyectos novedosos, se dedicarán 500.000 euros a mejorar la señalética peatonal en base a un compromiso plenario adquirido, mientras que 400.000 euros se asignarán a la señalización viaria.

Por último, para impulsar la sostenibilidad se destinarán 110.000 euros a la electrificación de los taxis, 220.000 euros a la instalación de los electrolineras y 200.000 euros a los huertos urbanos, proyecto que también se implementará en Bolueta.