BILBAO - Una de las particularidades de la futura isla de Zorrotzaurre es que conservará la memoria industrial mediante el mantenimiento y restauración de 19 edificios de empresas a los que se dotará de otros usos, principalmente actividades económicas y culturales. Así, el próximo curso escolar abrirán aulas la facultad de Diseño, Kunsthal, en el edificio Papelera, y Digypen, en el edificio Beta.
El gerente de la comisión gestora de Zorrotzaurre, Pablo Otaola, dio a conocer ayer el atractivo que despierta la isla en muchos sectores, en parte por la magia de los edificios y su recuperación. Casi de una forma espontánea, Zorrotzaurre ofrece actividades culturales que no se encuentran en ninguna otra parte de la ciudad y “están teniendo mucho éxito”. Es por ello que desde el propio Ayuntamiento se está trabajando para fortalecer esta peculiaridad de Zorrotzaurre.
La facultad de diseño Kunsthal, que desde el próximo curso ofrecerá sus clases en el edificio Papelera, es un reflejo de ello, ya que se trata de una prestigiosa universidad a cuya sede en Irún acuden ahora estudiantes de todo el mundo. Pero no son menos importantes los desembarcos de Digypen en el edificio Beta; el centro de FP dual Teknika, que el Gobierno vasco quiere implantar en el antiguo edificio Vicinay Cadenas, o el proyecto europeo de Industria 4.0 As Fabrik. Otaola explicó que en ningún caso se pretende duplicar ofertas “sino ofrecer nuevas propuestas”. Precisamente, esto es lo que se hace en La Hacería, con sus sesiones de jazz y flamenco, y las alternativas de ocio y formación de Zawp, Karolazirko, Zirkozaurre, Gure Txoko Skate Park o PiuGaz, que ya han dado los primeros pasos para consolidar lo que será la isla creativa.