BILBAO - Habrá que esperar un mes más para que Bilbao reduzca la velocidad a treinta kilómetros por hora en sus principales calles. El 30 de junio es la fecha prevista para tranquilizar el tráfico en la ciudad. Así lo aconsejan razones técnicas, según explicaron los responsables del Área de Movilidad.
Estaba previsto que el próximo miércoles los vehículos no pudieran ya superar los treinta kilómetros por hora en más de setenta calles de Bilbao, pero los estudios sobre el impacto de esta medida aconsejan posponer su inicio un mes. Entre las razones, una de las circunstancias que más pesa es el hecho de que en esa fecha los centros escolares finalizan su periodo lectivo y, por tanto, concluye su servicio de autobús, lo que saca de la calzada un importante número de vehículos.
Además, a primeros de mes serán presentadas otras medidas de movilidad que contempla la aprobación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), que también mejorará la circulación en la villa, por lo que los responsables municipales consideran más apropiado retrasar la implantación de la medida.
Pese a todo, los trabajos de acondicionamiento de señales ya están en marcha. La medida requiere la presencia de 400 nuevas señales horizontales, que serán pintadas en la calzad, mientras que también serán colocadas treinta señales verticales en diferentes calles. El presupuesto par completar estos trabajos asciende a 214.740 euros.
El objetivo Los responsables de Movilidad persiguen con esta medida reducir de forma real el paso de los vehículos, para así disminuir tanto el número de accidentes como su gravedad. Para garantizar lo que se denomina Bilbao 30, habrá un mayor control con radares como medida disuasoria. El propio Plan de Movilidad determinará también la jerarquización viaria, ya que no será la única medida que modifique los hábitos.
El Ayuntamiento tiene previsto realizar una campaña informativa antes de que se implante la medida para que todos los ciudadanos estén bien informados. Solo en cincuenta calles de la villa se podrá alcanzar los cincuenta kilómetros por hora. Son las vías que funcionan como arterias de la capital. Entre ellas, Autonomía, Gran Vía y Zabalburu.
En el resto -Bilbao cuenta con un millar de calles-, estará prohibido superar los treinta kilómetros por hora. Según Alfonso Gil, edil del Área, poner en marcha esta medida supondrá “mayor calidad de vida, menos siniestralidad, menos polución, mayor capacidad para la intermodalidad; en síntesis ponerse a la altura de las ciudades más avanzadas del mundo”.
Diferentes estudios demuestran que el porcentaje de daños en caso de accidente crece de manera exponencial con la velocidad, por lo que esperan que la medida reduzca la siniestralidad.