Bilbao - La expectación por la inauguración de la megastore de Zara se palpaba ayer en las decenas de curiosos que observaban el interior de la tienda a través de la fachada acristalada que rodea gran parte de la manzana. El buque insignia de Inditex abre hoy las puertas de su tienda de calle más larga del mundo en el número 23 de la Gran Vía bilbaina. La denominada flagship, que supone el cierre de los tres locales que la enseña mantenía en el centro de la ciudad -las otras dos ubicadas en la arteria principal y la de Rodríguez Arias-, se traduce en la fuerte apuesta del gigante textil por la capital vizcaina. Y no solo por la espectacular planta baja de 95 metros de longitud, sino por los 5.000 metros cuadrados distribuidos en tres plantas de uno de los edificio más emblemáticos de la villa.
“Bilbao era una plaza muy relevante y se merecía esta tienda”, aseveraban ayer fuentes de la compañía de Amancio Ortega mientras supervisaban que todo estuviera a punto para la inauguración que esperan que sea “una locura”. Las cifras hablan por sí solas. Más de 150 empleados -a todos aquellos que trabajaban en las tiendas de Zara que ayer cerraron su persiana se les sumarán otros de nueva contratación- atenderán a los clientes que entrarán por las cuatro puertas de acceso: una en la Gran Vía, otra en la calle Astarloa y dos más en la calle Gardoqui. Solo la planta baja, donde se expone la ropa de señora, cuenta con 28 probadores y con 7 cajas, a las que se deben sumar otras 4 cajas de autopago, toda una novedad en Bilbao. El establecimiento se completa con la primera planta dedicada a caballero y la segunda, a niños.
La tienda fusiona tecnología y tradición a partes iguales tras una rehabilitación integral del histórico edificio construido en 1907 por José María Basterra para la familia Lezama Leguizamón. La que posteriormente fuera la antigua Caja de Ahorros Municipal, como la conocen en Bilbao, conserva las reminiscencias de su pasado. “Hemos intentado mantener la esencia del edificio”, afirmaban ayer desde Inditex sobre el exhaustivo trabajo arquitectónico realizado en los más de dos años que han durado las obras. Destaca la suntuosidad de la entrada principal, la escalera y las ocho columnas originales. Pero también se han mantenido la chimenea, las luminarias y la capilla de la primera planta, donde se han recompuesto las vidrieras que atesoran el escudo de Bilbao.
“Buscamos una experiencia de compra en la que el cliente se sienta especial y disfrute. Incluso hemos creado una línea para hombre que solo se venderá en esta tienda bajo el sello Bilbao”, indicaron ayer desde el interior del local del que destacaron la iluminación natural que permite alcanzar los objetivos ecoeficientes del grupo. La flagship bilbaina, que expondrá todo el catálogo disponible de la firma, queda cerca de igualar al local de Zara más grande del mundo, inaugurado el año pasado en el madrileño Paseo de la Castellana con 6.000 metros cuadrados. A pesar de su gran tamaño, la tienda bilbaina contará con un almacén en Santurtzi, desde donde llegarán las novedades de la firma dos veces por semana.
La apertura de la megastore, que únicamente dejará operativa la tienda de Zara del centro comercial Zubiarte, supondrá una revolución comercial en la avenida más ilustre de la ciudad y en sus inmediaciones. Queda por saber qué ocurrirá con los tres locales que hasta ahora Zara ocupaba en régimen de alquiler. ¿Aprovechará Inditex para redistribuir el resto de las firmas del grupo ahora que cierra H&M en Moyúa y la apertura de Primark en el edificio del BBVA es inminente?