Bilbao - Confiesa ser una golosa empedernida a la que le vuelven loca las carolinas, ese postre con merengue típico de Bilbao. Esmeralda Hernando, más conocida como Esme, ha conseguido ganarse el respeto y la confianza de miles de personas que desde diferentes puntos del mundo siguen las historias que cuelga en su su blog conocebilbaoconesme. Hace unos meses presentó su segundo libro Píldoras de Bilbao en el que recoge pequeñas historias sobre la villa de la que tan orgullosa se siente. Trabaja de Community Managers para varias empresas y en su tiempo libre recaba las historias de su blog. Esme nunca va sola. Le acompaña su amigo fotógrafo Andoni Renteria. Esme comparte con DEIA su experiencia como bloguera y confiesa algunos secretos: “Soy muy trasparente; no sé disimular”.

¿Cómo consigue estar en todos los actos y eventos que se celebran en Bilbao?

-Solo hay un secreto.

Tiene una hermana gemela.

-(Risas). No, no, el secreto es la organización.

Lo mismo está por la mañana en un acto al que acude el alcalde como por la tarde, en una entrega de premios...

-... Y todo lo que no se ve que hago a lo largo del día, porque tengo mi casa y un hijo. Me mandan convocatorias diferentes y lo que hago es una selección de lo que considero que puede ser interesante. Pero eso sí, muy pocas veces voy sola. De noche, nunca.

¿Le da miedo?

-He sido miedosa desde siempre, y además, llevo con mi marido desde los 19 años y siempre he estado protegida por él.

Ha dicho: “No soy periodista”. Pero... ¿le habría gustado?

-Jamás diré que soy periodista porque no he estudiado para ello. Lo que soy es inquieta y una enamorada de Bilbao. No soy ni periodista ni escritora, aunque haya escrito dos libros. Soy bloguera.

¿Curiosa?

-Una barbaridad, desde siempre.

¿Es de las que se sienta en un banco para ver pasar a la gente?

-¿Cómo lo ha adivinado?

Intuición.

-Me encanta. Puedo pasar horas y horas así, observando cómo pasa la gente. Es un deporte barato y no es de riesgo. Además soy una persona que leo absolutamente todo.

¿Cómo empezó a colgar y a contar cosas sobre Bilbao?

-He estado quince años y medio trabajando en el teléfono del cliente de Iberdrola. Un trabajo poco creativo, pero conocí a una persona que me animó a escribir el libro Cocinando Bilbao con niños (2013). Ahí iniciamos una promoción en las redes sociales. Pero aquella página la cerramos y decidí abrir conocebilbaoconesme. Así empezó todo.

Tiene mérito.

-Sobre todo, porque lo hago gratis, ¿no?

Hay mucha gente que desde otros países siguen las historias de Bilbao gracias a Esme.

-Y me consta que les encanta ver cosas relacionadas con Bilbao.

Argentina, Brasil, Londres...

-Todo lo que pasa en Bilbao interesa mucho. La gente que vive en la diáspora echa mucho de menos lo que sucede aquí. Me gusta hacer feliz a la gente con vídeos e historias que cuento. Ellos valoran mucho que cuente cualquier cosa, por muy pequeña que sea. Un aurresku, ver al alcalde en el Salón Árabe... eso gusta mucho.

¿Tanto éxito no le abruma?

-¡Si yo no soy famosa! Me encanta que la gente que me sigue me pare por la calle y se me acerque. Soy muy cariñosa. Además reconozco que la gente es muy respetuosa y muy educada. Mi hijo ya no quiere venir conmigo. “¡Qué vergüenza ama!”.

En su blog no vale todo.

-Por supuesto que no. Soy muy cuidadosa con las fotos que publicamos, con los textos, con los comentarios. Hay temas sobre los que nunca hablo. Nunca verás una foto en la que aparezco bebiendo ni fumando.

¿Ha dejado de contar cosas comprometedoras?

-Por supuesto. No se trata de contar todo. Eso no me interesa. Pero también te digo que tenemos un montón de cosas que poco a poco iremos sacando. No se trata de cansar a la gente. Lo que he descubierto es que a la gente le encantan las historias del Bilbao de ayer, todo lo que tenga que ver con el Athletic, con las tradiciones...

¿Cuál es su objetivo?

-Solo pretendo poner a Bilbao en el lugar que se merece.

¿Y cúal es el lugar que se merece?

- El centro del universo, no del mundo, ¿eh?... sino del universo.

¿Se considera una embajadora?

- Nooo. Eso me queda muy grande. Embajadores somos todos los bilbainos. A mí me encanta Bilbao y hablar de la ciudad me fascina.

¿Cómo decide escribir su segundo libro?

-Por casualidad.

Cuente, cuente.

-Un día recibo una llamada en la que me proponen escribir un libro sobre cosas de Bilbao. Al principio pensé que era una broma. No me lo creí.

Pero no era una broma.

-Para nada. Me mandaron otros libros similares que se habían hecho con otras ciudades y me pareció una muy buena idea. Me puse a trabajar y se lo envié.

La presentación fue a lo grande.

-Fue muy emocionante. Vino mucha gente, amigos, familiares...

¿De qué trata el libro?

-Intento dar a conocer los rincones y secretos de su ciudad y que cada lector se funda en el sentimiento bilbaino, se adentre en sus tradiciones, se contagie de su orgullo y se impregne de su identidad...

¿No termina agotada?

-Tengo mucha energía. Me cuido mucho y como muy bien para aguantar las largas jornadas. No tengo ningún mal hábito.

¿Su debilidad?

-Me encanta las carolinas, pero no como todos los días.

¿Tiene alguna anécdota curiosa?

-Tengo muchas, pero hay una que me encanta. El año pasado me rompí el pie y me llevaron al hospital. Allí me trató un médico y la verdad es que del disgusto ni le miré a la cara. Me pasé toda la consulta llorando. De ahí a unos días recibí un mensaje y era del traumatólogo. Pidiéndome perdón y diciéndome que era uno de los seguidores de mi blog. A partir de ahí somos grandes amigos.