Bilbao - No necesitan demasiado. Únicamente tener capacidad de trabajo en equipo y adquirir habilidades de liderazgo. Los estudiantes de Lauro Ikastola -y alumnos de más colegios- se pondrán hoy al volante para conducir los coches eléctricos que han sido construidos por ellos mismos.
La carrera partirá a las 9.00 horas desde el Palacio Foral de la Gran Vía hasta Gran Vía con Mazarredo y consistirá en ver qué equipo logra dar más vueltas a 600 metros. Competirán 38 equipos integrados por alumnos de los colegios Gaztelueta, Lauro, Centro de Formación Somorrostro, St George’s English School Bilbao, así como grupos de familias y de asociaciones juveniles procedentes de Asturias y Madrid. En la competición habrá dos categorías. Por una parte Goblin, en la que participarán alumnos de 9 a 11 años y, por otra parte, estará la categoría F24, en la que tomarán parte alumnos de 11 a 16 años. Esta prueba, organizada por Kid’s Kit Car, una asociación líder del Estado -con sede en Bilbao-, ha aterrizado en la capital vizcaina a raíz de un proyecto educativo nacido en Reino Unido, con el objetivo de poner en práctica habilidades técnicas, de liderazgo y de trabajo en equipo con el reto de que los alumnos diseñen y construyan un vehículo eléctrico.
“Es una manera diferente de aprender y están bastante motivados con el proyecto”, cuenta Paul Aurre, uno de los monitores que está a cargo de los alumnos de sexto de Primaria de Lauro Ikastola.
Él mismo se conoce el centro como la palma de su mano. Estudió en la ikastola y ahora forma parte de ella. Es el encargado de mantener el orden entre los entusiastas de sexto de Primaria. Y, sobre todo, el gestor de transmitirles motivación a los menores. Y vaya si lo hace porque desprende pasión por crear y por enseñar todo lo que sabe. A pesar de que su sensación a diario ha sido que los alumnos “han ido a contrarreloj”, asegura que no puede estar más orgulloso. “Tuvimos que retrasar la carrera un mes porque ninguno de los colegios íbamos a llegar con los coches medianamente construidos, pero lo están haciendo muy bien”, cuenta. Pero a día de hoy sí que están suficientemente preparados para ponerse frente al volante.
“Podrán valorar qué aspectos no funcionan y poder mejorarlos para las próximas carreras”, cuenta Aurre, quien agradece también la implicación de los padres y madres de sus alumnos, porque cada vez que llegaban a una práctica “venían con nuevas propuestas para mejorar el coche”.
entusiasmo Los alumnos de Lauro Ikastola llevan inmersos en este proyecto desde septiembre. Los alumnos de primero de la ESO lo han tenido ligado a una asignatura como parte de sus prácticas; en cambio, para los de sexto de Primaria ha sido una materia optativa. “En cuarto ya trabajamos con robots y lego. Nos dijeron que este año habría una optativa en la que se trabajaría construyendo coches y la mayoría dijimos que sí”, comentan Asier y Ander, quienes están entusiasmados con el proyecto.
Tanto ellos como el resto de compañeros entre los que se encuentran Kata, Laida, Maren, Aleix, Anaitz o Aitor, son los encargados de explicar hoy a todo aquel que se acerque a la Gran Vía en qué consiste su proyecto. “Tenemos que decir, por ejemplo, qué hemos hecho para financiar el proyecto”, dicen. Además, también explicarán el proceso para hacer realidad un coche. “Es una manera para que también aprendan a hablar en público y estar delante de gente que no conocen”, cuenta Zaloa Gómez, directora pedagógica de Lauro Ikastola. Una actividad que, sin duda, ha sido capaz de crear un vínculo entre los estudiantes así como también enseñarles a trabajar en equipo. Además, podrán hacer su sueño realidad de ponerse al volante antes de tiempo.