Bilbao - Ni las semanas fantásticas, ni las promociones de invierno, ni el Black Friday, ni los descuentos de final de 2017... nada ha conseguido deslucir el comienzo de las rebajas de invierno. Quienes se atrevieron a zambullirse en las tiendas de la capital vizcaina a lo largo de la jornada de ayer tuvieron que soportar colas de hasta veinte minutos para pagar en caja y de incluso 25 minutos para probarse las prendas en los probadores. Sin embargo, hubo consumidores a los que les mereció la pena la espera. “Me hecho con un chollo. Una chaqueta de firma al 60%. Ya venía preparada para esperar”, destacó Joana, vecina de Durango. Para otros, en cambio, la avalancha de gente buscando y rebuscando ropa entre baldas y burros no le sentó nada bien en el comienzo de año.

“Una locura”, repetía Mari Carmen que intentaba atravesar la larga cola que ocupaba gran parte de una tienda ubicada en plena Gran Vía de Bilbao. “Hace tiempo que no había visto las tiendas así el primer día de rebajas. Pensaba que iba a haber mucha menos gente. Si lo llego a saber, me quedo en casa y lo hago todo por Internet”, explicaba Yolanda, vecina de Basauri, que acudió junto a otra amiga a cambiar una chaqueta que le habían traído los Reyes.

La imposición del Gobierno español de liberalizar los periodos de rebajas oficiales en Euskadi no ha conseguido restar protagonismo a una fecha marcada en el calendario para los vizcainos. “A los vascos nos gusta ir de rebajas. Eso lo tenemos muy asimilado. A pesar de que a lo largo de todo el año hay un montón de descuentos, no es lo mismo. Las rebajas, siempre serán las rebajas”, aseguró María Luis Alonso, del bilbaino Santutxu.

Prueba de ello fueron las cientos de personas que aguardaron a las 9.30 horas la apertura de puertas de El Corte Inglés de Bilbao. En torno a 75.000 personas pasaron el primer día de rebajas por los grandes almacenes de la villa y se espera que en los próximos días se repita la cifra. Muchos lo hicieron para cambiar regalos de Reyes y la gran mayoría para buscar algún chollo.

En general, comerciantes y consumidores reconocieron sentirse satisfechos en el primer día de rebajas; unos por el movimiento de consumo que día a día “va en aumento” y que ayer se notó más que otros años; mientras que los clientes se dejaron cautivar por los atractivos descuentos. “Nos hemos dado un capricho. Después nos vamos a comer por ahí. Las rebajas es una buena excusa para pasar una jornada post navideña perfecta”, relató a DEIA una pareja de Galdakao. Julen y Miren confesaron que hace tiempo que no veían tanta gente en el inicio de las rebajas de enero. “Nosotros venimos casi todos los años y el año pasado nos pareció que hubo mucha menos gente. Esto no solo no pierde fuelle sino que va en aumento”, aseguraron.

Más adeptos Las rebajas presentan cada vez más adeptos. De hecho, es en el País Vasco donde existe más hábito de ir de rebajas. “Yo no falto nunca. Me gustan más las rebajas de invierno que las de verano porque me ahorro más dinero”, apunta Rosa Nuñez de Elorrio. Y es que hay que partir de que las rebajas de invierno son una oportunidad para todos aquellos que quieran hacer más llevadera la cuesta de enero de este año. “Después de todo lo que nos hemos gastado siempre es bienvenido un dinerito en el bolsillo para superar la cuesta de enero”, concreta Nuñez. En los últimos años, los comerciantes han decidido lanzar toda la artillería pesada desde el primer día y dar comienzo a las rebajas con descuentos de hasta el 50%. “Antaño las rebajas se alargaban mucho más en el tiempo, pero ahora se concentran te en las primeras dos semanas de enero. Por eso, lo mejor es iniciarlas con rebajas atractivas para los clientes”, confirman varios comerciantes de Bilbao. Según un estudio realizado sobre ámbitos de consumo, los vascos gastarán una media de gasto de 137 euros, siendo los que más dinero destinan en este periodo. La ropa y los complementos son los principales protagonistas de los regalos navideños, aunque esto no impide que cuando llegan las rebajas se hagan nuevas adquisiciones. Es el caso de Ana Mari, quien no pudo resistirse a los encantos de un abrigo de color gris de corte clásico que le entró por los ojos nada más pisar un establecimiento situado en pleno Casco Viejo de Bilbao. “Estaba muy bien de precio y un abrigo así no está de sobra en el armario”, dijo. Y añadió: “También me he comprado un jersey y unas zapatillas. En total, calculo que me he ahorrado casi 100 euros, que no está nada mal para empezar el mes de enero”, concluyó.

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