Bilbao - La muerte de Ibon Urrengoetxea, apuñalamientos en Alameda Mazarredo, atropellos en Bolueta... ¿Qué está pasando en Bilbao?
-Han sido días aciagos no habituales. Somos una ciudad segura pero eso es algo que se gana día a día. Y cuando pasa algo así es el momento de replantearse algunas políticas.
Insisto. ¿Bilbao es una ciudad segura o estos hechos lo desmienten?
-Sí y lo ha sido siempre. Pero en los últimos tiempos está habiendo un repunte de algunos delitos, entre ellos los asaltos a personas en determinadas zonas, como esta de Ripa. Hemos sido un poco autocomplacientes y esto es un recordatorio trágico para que nos pongamos las pilas. Hay cosas a mejorar.
¿Por ejemplo?
-La coordinación entre la Ertzain-tza y la Policía Local es manifiestamente mejorable. En ambos cuerpos se ha jubilado mucha gente, no se han cubierto esas ausencias e implica menos efectivos en la calle. Además, tenemos plantillas envejecidas, menos hábiles en la persecución del delito. El envejecimiento de una plantilla policial es un cáncer de cara a la seguridad. Los recortes han afectado al sistema policial. Esto son las consecuencias de aquello.
La solución es poner más agentes en la calle.
-No únicamente. Más agentes en la calle, mejor preparados y dotados de medios es importante, pero no lo es menos que los políticos diseñen los planes de seguridad: qué amenazas tenemos y qué queremos hacer.
Juan Mari Aburto ha llamado a un pacto por la seguridad. ¿Eso sirve?
-De muchísimo. La seguridad no es algo que le tiene que garantizar la policía y usted pase; es algo de todos. Si veo a una persona pegando a una mujer, tengo que llamar a la policía, ser testigo y estar dispuesto a denunciar. Esto muchas veces, falla. Tiene que ser un pacto entre políticos, ciudadanos y policía. Hemos vivido en un ambiente crispado con el mundo policial, ya es hora de buscar la complicidad de los ciudadanos.
Pero no es habitual que un robo termine en muerte.
-Es un ejemplo palmario de un robo que se va de las manos. No iban a matarle pero hubo una gran violencia que terminó trágicamente. Me preocupa que gente muy joven despliega una violencia enorme por cosas que al final no son para tanto. Has matado a una persona para robarle ¿20, 30 euros?
¿A qué lo achaca?
-Hay un problema grave que pasa desapercibido: el consumo desde temprano de drogas sintéticas, jóvenes con el cerebro destrozado, capaces de ejercer mucha violencia. Te asaltan por la calle, te enfrentas y no tienen freno. No miden las consecuencias.
¿Qué pudo pasar con ‘Urren’?
-Que se resistió. La resistencia da muy malos resultados y nadie llevamos tanto dinero en la cartera que nos merezca jugarnos la vida. Otra cosa: la policía, en tres minutos en Bilbao está en cualquier sitio. Deles el dinero y pida a alguien que avise al 112. La mayoría de las veces se les encuentra cuatro calles más abajo.
Llama también la atención que haya sido en una zona muy transitada.
-Eligen el momento. Si han ido a por él es porque en ese momento no pasaba nadie que le pudiera ayudar. Y son cosas que ocurren en menos de un minuto. Es tan rápido que la gente ni se da cuenta hasta que ve a la persona en el suelo.
Y además con muchas cámaras.
-Eso hoy es algo bueno. Es muy posible que hayan quedado retratados no en una, sino en varias, y que las imágenes estén ya recogidas. Pero esto ya ha pasado; deberíamos preocuparnos más en que no suceda, más que en detener a los autores luego.
Siguen aún en la calle.
-Estamos muy mal acostumbrados a que haya pocos crímenes en la ciuad y que se resuelvan rápido. Todos quisiéramos que estuvieran entre rejas pero poner a una persona a disposición judicial con las debidas garantías lleva tiempo. Creo que la resolución será rápida porque muy pocos de estos casos quedan impunes y los rastros dejados serán bastantes.
Dar la descripción de un agresor, ¿es peligroso para la investigación?
-Si el que se dedica al caso la ha dado, es porque piensa que puede ser beneficioso. Todo delincuente, después de un delito grave, cambiará de aspecto e intentará huir. Con eso ya juegan los investigadores.
Piden la colaboración ciudadana. ¿Es importante?
-Importantísima. Resuelve muchos delitos, más de lo que la gente piensa. La investigación policial es un puzle y cada pieza es valiosa. Nos tenemos que acostumbrar todos a responsabilizarnos de la seguridad. Azkuna consiguió algo que entonces tuvo críticas: consiguió implicar a la gente en que avisara a la policía cuando se viera algo sospechoso. Con sus políticas preventivas y la colaboración ciudadana bajaron mucho los delitos. Hemos estado viviendo de esas políticas.