Bilbao - El pulso abierto entre la proliferación de terrazas con fines lucrativos y el derecho a disfrutar del espacio público sin obstáculos se visibiliza especialmente en el Casco Viejo, donde existen 130 veladores entre los que no todos cumplen con el reglamento. Es el caso de la instalación acristalada del jazz-bar del mercado de La Ribera. Esta terraza cubierta, en situación “ilegal” desde su apertura en agosto de 2016, deberá someterse a una transformación que podría concluir en su desmontaje por quebrantar la normativa municipal, además de las reguladas por la Agencia Vasca del Agua y Demarcación de Costas.
Según explicó ayer Ricardo Barkala, concejal de Espacio Público, “la instalación actual no cumple los requerimientos de varias normativas sectoriales, lo que han provocado el inicio de sendos expedientes administrativos”. De hecho, el Ayuntamiento de Bilbao cursa actualmente tres expedientes contra esta instalación por incumplir la normativa municipal que regula, por ejemplo, que no puede tener una barra. El primer expediente sancionador se inició en noviembre del año pasado y se finalizó en mayo de 2017, con la imposición de una multa de 1.500 euros, que ya está pagada, a la terraza gestionada por Last Tour International -promotora responsable del festival Bilbao BBK Live-. “No ha habido relajo”, recalcó ayer el edil, durante la comparecencia solicitada por EH Bildu.
Además, según recordó, URA incoa otro expediente a la terraza anclada, por no cumplir con el reglamento en materia de inundabilidad al no poseer las condiciones técnicas exigibles, y Costas encausa otro más, por no mantener la distancia necesaria de seis metros con respecto a la ría. “Vamos de la mano con URA”, explicó Barkala, quien expuso que confían en que el responsable de la terraza haga las modificaciones pertinentes antes de que los expedientes lleguen a mayores. “Defendemos que la actividad integrada del mercado de La Ribera, con la terraza incluida, es un activo para el Casco Viejo”, subrayó.
En el relato de los hechos, el edil de Espacio Público recordó que las actividades sujetas a concesiones licitadas por el Ayuntamiento tienen “un régimen de condiciones de explotación”. En ese sentido, indicó que el jazz-bar posee un espacio de terraza “con unas condiciones determinadas”, en referencia al mobiliario desmontable y la cubierta para proteger de las inclemencias meteorológicas que sí se autorizan. De hecho, la terraza dispuesta con anterioridad -que cumplía con la normativa- estaba protegida con una sombrilla que simulaba una vela de barco. Después de comprobar que la instalación era insuficiente, el concesionario optó de forma unilateral por instalar la actual estructura anclada, con quince mesas y espacio para 80 personas. “La cambiaron sin pedir los permisos oficiales”, reiteró Barkala, quien indicó que, ahora, el concesionario deberá buscar una solución alternativa.
La oposición Aitziber Ibaibarriaga, portavoz de EH Bildu, denunció la “actitud light” adoptada por el Consistorio a la hora de actuar sobre esta “instalación en plena trama urbana y muy transitada”. En ese sentido, criticó la demora del Área dirigida por Ricardo Barkala para tomar medidas, teniendo en cuenta la celeridad con la que se actúa en relación a los incumplimientos de otras terrazas. “Han estado mirando a otro lado y la aplicación de la normativa ha sido laxa”, expuso la concejala, quien indicó que la terraza de La Ribera, además, contenía publicidad.
El “trato de favor” evidenciado por Ibaibarriaga también fue censurado por Óscar Fernández Monroy, concejal del PP. “No sé si se hubiera actuado con la misma flexibilidad en el trato y en el tiempo si la concesión fuera de otra persona”, alegó el edil, quien expuso que para retirar barriles se ha actuado con “más diligencia”. Ante esta acusación, Barkala respondió con rotundidad que “la ley es para todos”, si bien la “aplicación lleva su tiempo”.
Por su parte, Carmen Muñoz, portavoz de Udalberri, consideró que “una multa de 1.500 euros es un chollo” para una infracción de este tipo, ya que “hosteleros que mantienen abierta su terraza por abrir media hora más deben pagar lo mismo”. En cuanto a Samir Lahdou, portavoz de Goazen Bilbao, reprobó que el expediente sancionador no haya conllevado el cese de la actividad de la terraza, que sigue abierta.