Están satisfechos de vivir en este barrio y ver cómo crece como el resto de Bilbao, es el caso de Antonio y Natividad, su mujer, que llevan toda una vida detrás del mostrador de la tienda de ultramarinos Romaña. Pero también hay quien piensa que hubo épocas peores, pero San Francisco sigue siendo una calle a donde a la gente le da respeto pasar. Es la opinión de Araceli Jiménez, que también regente la Farmacia de este barrio toda una vida y ha visto desde el mostrador más de una situación conflictiva.
“Más luz nos daría mayor visibilidad”
Tenía 32 años cuando llegó a San Francisco a ocuparse de la joyería, ahora tiene 67. La Joyería Facundo es uno de los establecimientos más antiguos de esta singular zona de Bilbao. Y por extraño que a muchos bilbainos les parezca, “jamás he tenido ningún susto”, dice. Todo lo contrario, “aquí mucha gente viene también a contarme su vida. Tengo muchas historias porque es gente que al final ha llegado hasta Bilbao anhelando seguridad”. Le gusta el barrio, las diferentes etnias que conviven y la implicación de la gente. A Manuel le gustaría y así lo ha dejado constar en la aportación que han hecho los vecinos al nuevo plan, que se peatonalizara desde Corazón de María hasta Bailén. Además, para los comerciantes es importante que “haya más luz y más visibilidad porque sería bueno para que los propios turistas, que cada vez son más, se sintieran más atraídos por los comercios de la zona”.
“Lo mejor es que se sigan haciendo cosas”
Es posible que la tienda de ultramarinos de Manuel Romaña sea la más antigua de todo San Francisco. Manuel tenía solo 23 años cuando vino con su tío de Turtzios. Tiene 87 y junto a su mujer Natividad lleva toda una vida detrás del mostrador. Su clientela es la gente del barrio, los de toda la vida, pero también los turistas y la gente de otros municipios e incluso de otras comunidades. A gala tiene ser uno de los que “mejor legumbre a granel oferta”. Ahora es el hijo, Gorka, quien se ha hecho cargo del negocio. “Lo mejor de este barrio es la gente. Estamos cansados de que se hable mal de San Francisco porque no es cierto”. Lo que sí es verdad es que San Francisco en otro momento fue el centro comercial de Bilbao y en los 70 se sumió en una profunda crisis, “pero se han hecho cosas y se ha ido recuperando. Ahora vuelve a estar bien”, señala Gorka. Él ha nacido y vive en este barrio toda la vida y cree que lo mejor para que Bilbao La Vieja se desarrolle plenamente es que “se sigan haciendo cosas por el barrio, actividades, eventos”. Porque según dice, “es un barrio muy tranquilo”.
“Debe haber medidas para paliar el paro”
Cuando le dijo a su ama que iba a vivir en San Francisco, casi le da algo. Hace 30 años de esto y eran los momentos malos de estos barrios según recuerda. “Me han entrado en casa al menos dos veces y he tenido algún que otro susto”. Ha visto cadáveres de gente que moría por la droga y otros sucesos. Así, la comparación con lo que se vive ahora es mayúscula, pero según dice “el nivel de paro aquí es muy superior al del resto de Bilbao y por eso se necesitan medidas extraordinarias”. Elena se queja de que “nos han pedido la participación vecinal, pero después no nos han informado de los resultados de la participación”. Y explica que es por esto por lo que “se plantaron frente a la mesa comunitaria que se reunió el pasado martes”. Elena forma parte de Sarean, colectivo que trabaja para reactivar las actividades en el barrio.
“Sería bueno que pasaran los autobuses”
De pequeño estudió en la escuela que había en Las Cortes, después fue al colegio de Corazón de María y ahora comparte charlas con los vecinos en el hogar del jubilado en Conde Mirasol. “Han cambiado mucho las cosas en los 57 años que llevo en estos barrios”. Para Juan Antonio parte del mérito de la transformación emprendida se debe “a la implicación de los grupos sociales”. Se queja sin embargo de algunas de las cosas que se han ido haciendo sin que haya repercutido para bien en los vecinos. Se refiere, por ejemplo, al hecho de que “al cambiar las direcciones y poner un único sentido en San Francisco nos hemos quedado sin autobús, solo van a Atxuri pero nosotros no tenemos transporte”, explica. Para este vecino no ha sido casual todo lo que ha ocurrido en Bilbao La Vieja, “había intereses en que esto fuera un gueto”. También reconoce que “ahora se ha ido mejorando mucho con la ampliación de aceras, y las peatonalizaciones, aunque todavía quedan rincones oscuritos”. Lo que sí le parece interesante es que traigan gente joven. “Antes tenían que haberlo hecho”, dice, convencido de que es una de las mejores maneras de revitalizar la zona.
“Esperemos que ensanchen las aceras ”
Ana está al frente de uno de los locales de hostelería más antiguos de San Francisco. “Aquí los clientes son los de toda la vida, vienen a ver el partido cuando juega el Athletic y a potear como antiguamente”. Ha vivido en este barrio toda su vida y es consciente de que “los vecinos hemos luchado mucho para evitar que estos barrios muriesen en la marginación”. Ahora percibe gente nueva , aunque, según dice, “no es mi clientela, pero a mí me encanta salir y ver que hay movimiento y juventud”. Del nuevo plan espera que “las aceras se vayan ensanchando porque es lo que da una mayor visibilidad al barrio”. Aunque para Ana, lo que de verdad cambio San Francisco y fue el inicio de la regeneración “fue cuando se quitaron los aparcamiento porque a partir de ese momento ya no podían vender droga en los coches”.
“Se nota mucho que hay estudiantes”
Mohamed está al frente del primer kebab que se abrió en Bilbao, precisamente en la calle San Francisco. Según dice, el negocio ha tenido mejores momentos, “porque al ser el único que había en Bilbao venía gente hasta de otros pueblos, pero ahora hay muchos más”. Él sí que nota mucho los estudiantes que han llegado a vivir en los últimos años a estos barrios con una identidad propia. Son los que verdaderamente le están dando visibilidad a esta zona.
Como estos vecinos otros tantos contaron sus vivencias en Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala. Eugenia Guillero, de la galería de Arte Aldama Fabre, lo resumía así: “es lo mejor de Bilbao, que no pierda su esencia”. Después de 13 años viviendo en Nueva York disfruta de la gente de esta zona. “Es auténtico, lo prefiero a esos otros sitios bonitos de Bilbao”. Eva también es nueva vecina lleva seis meses en la calle Hernani, se separó y tuvo que dejar su piso en Doctor Areilza. “Me imponía, pero es tranquilo”. Ana llegó de Bermeo hace muchos años, aquí ha crecido y ha formado su familia, pero “soy pesimista con el futuro”. Son las luces y las sombras del barrio.