La mañana amaneció gris y lluviosa, muy lluviosa. Sin embargo, el mal tiempo no fue excusa para calzarse las zapatillas, coger el chubasquero y subirse en la bicicleta por una buena causa. La capital vizcaina acogió ayer por la mañana la primera Bicicletada Popular Solidaria Bridgestone a favor de la asociación Gorabide, que contó con la colaboración de DEIA. En el evento tomaron parte más de medio millar de personas que recorrieron los diez kilómetros urbanos que discurrieron por diferentes puntos de la villa. El evento deportivo y familiar dio comienzo a las once de la mañana frente al Palacio Foral de Bilbao con el corte de la cinta que corrió a cargo del alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. “Con sol, con lluvia... la gente participa en este tipo de eventos y eso nos convierte en solidarios. Bilbao es una ciudad solidaria”, apuntó el máximo edil, que estuvo acompañado del director de la planta de Bridgestone Basauri, Enrique Luzá; del responsable de la Fundación Euskadi, Miguel Madariaga; del director de Orbea, Jon Fernández, y del gerente de Gorabide, Pablo González, así de como de los concejales bilbainos, Iñigo Pombo y Gotzone Sagardui. El sol acompañó la salida de los cicloturistas en la primera bicicletada de Bilbao. Grandes y pequeños, bien equipados y provistos de cascos partieron a favor de la asociación que trabaja por las personas con discapacidad intelectual de Bizkaia. Su gerente, Pablo González, agradeció la participación del público en el evento y agradeció el apoyo del Consistorio bilbaino. En este sentido, González dijo que este tipo de eventos son “muy positivos para el colectivo de personas con discapacidad intelectual. Es necesario que la labor de integración se desarrolle a diario. El Ayuntamiento de Bilbao está muy concienciado con esa labor”. En la misma línea, el director general de la planta de Bridgestone Basauri, Enrique Luzán, que se vistió el mallot para participar en la carrera, agradeció a los voluntarios y trabajadores la labor realizada. “Gracias a las personas que han hecho posible este evento. Todo el dinero recaudado va destinado para una buena causa”, dijo.
Carrera de campeones Lo importante no era ganar, sino participar y disfrutar de una jornada dominical en familia y entre amigos. Los aitas acompañaron a sus hijos en el recorrido. Hubo bicicletas con cesta en la que viajaban mascotas. También fueron algunos los participantes que decidieron realizar el recorrido previsto sobre patines. La solidaridad recorrió Bilbao sobre ruedas.
El pequeño Gorka Ayestaran, con sus cuatro años, demostró ser todo un campeón. Acompañado de su amatxu, Irantzu, se apuntó a la carrera con el objetivo de disfrutar y de colaborar con la asociación. “Lo hemos pasado genial. El año que viene no tenemos duda, repetimos”, aseguró la amatxu. Tanto es así que Gorka le dio a su madre las gracias por haberle inscrito en la carrera. “Se lo ha pasado muy bien. Me ha dicho: Ama, gracias por apuntarme”. Madre e hijo contaron con el apoyo incondicional del aita y de la pequeña Udane, que aplaudieron la hazaña deportiva detrás de la barrera.
La bicicletada popular contó además con diversas actividades paralelas, como un taller de arreglo de bicis, un set donde se podía probar la tecnología más innovadora en rodillos inteligentes Bkool y todo se completó con una muestra de bicis eléctricas y con un sorteo. Frente a la Diputación vizcaina, voluntarios de Gorabide aguantaron los chaparrones y esperaron la llegada de los participantes para el avituallamiento. Participaron personas de las residencias Ola (Sondika), Ibarreta-Zuloko (Barakaldo), Arteagoiti (Basauri), Lanestosa, Artzentales, Arangoiti (Gueñes), Dolaretxe (Santutxu) y Santa Eugenia (Getxo); de las viviendas de General Salazar e Iturribide, y del Servicio de Tiempo Libre. “Estamos muy contentos porque gracias a este tipo de iniciativas se visibiliza a las personas con discapacidad intelectual”, añadió Maite Fernández, de Gorabide . Además de en el avituallamiento, las personas con discapacidad ayudaron a cortar las calles para el paso de la carrera y repartieron globos verdes, color de esperanza.