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Bilbao clasifica los alojamientos turísticos en cuatro categorías

El Ayuntamiento adecua su plan general a la Ley vasca de Turismo Se mantienen las condiciones para las viviendas turísticas: solo pueden ubicarse en un primer piso

Bilbao clasifica los alojamientos turísticos en cuatro categoríasFoto: Pablo Viñas

Bilbao - El boom del turismo ha traído consigo una oferta de alojamientos alternativos a los tradicionales para los que no existía regulación alguna. En Bilbao, de hecho, se calcula que actualmente hay medio millar de pisos de particulares que se publicitan en plataformas on line dirigidas exclusivamente a turistas. Aunque solo es una aproximación, ya que aún no hay datos fidedignos. Ante este fenómeno relativamente novedoso, el Consistorio ha optado por actualizar su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), datado en 1995, para adaptarlo a la normativa de la Ley vasca de Turismo. De esa forma, los diferentes alojamientos se han agrupado en cuatro categorías: habitaciones turísticas, viviendas turísticas, apartamentos turísticos o apartahoteles y, por último, hoteles, hostales y demás establecimientos.

“No supone un cambio de criterio con respecto a las condiciones que se ponen a los nuevos formatos de alojamientos turísticos, sino una adecuación a lo que la ley establece”, aseguró Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, tras el Consejo Asesor de Planeamiento que tuvo lugar ayer. De hecho, antes de esta modificación, el PGOU de la villa ya estipulaba que solo se permite la existencia de actividades económicas como viviendas turísticas en la primera planta de los edificios residenciales o en las plantas inmediatamente inferiores a las destinadas a viviendas (y únicamente en el caso de que exista un acceso independiente para estas). Asimismo, en las zonas adscritas al Plan Especial de Rehabilitación (PER) del Casco Viejo y al Plan Especial de Rehabilitación y Reforma Interior (PERRI) de Bilbao La Vieja solo se permite un uso turístico por edificio.

Dentro de las distintas categorías, las habitaciones turísticas son las únicas que no tienen restricciones urbanísticas, por lo que en una comunidad del Casco Viejo, por ejemplo, podría haber varios establecimientos de este tipo distribuidos en diferentes plantas. Sin embargo, en esta categoría, se decreta que el titular de la actividad tendrá que estar empadronado en la vivienda, cuyo uso está sujeto a las condiciones de un uso exclusivamente residencial. Según Abaunza, con esta limitación se evita “que un mismo propietario pueda tener más de una vivienda con habitaciones en régimen de alquiler”. La mayoría de estas habitaciones se ofertan en páginas como Airbnb, una de las plataformas on line más populares.

Por otra parte, las viviendas turísticas -muchas de las cuales también se anuncian en webs como la citada, donde pueden estar ofertadas por propietarios o empresas- son aquellas que se dedican íntegramente a fines turísticos y están ubicadas en edificios de uso residencial. En el caso de estos alojamientos, se aplican todas las limitaciones del planeamiento previstas en el PGOU, en el PER del Casco Viejo y en el PERRI de Bilbao La Vieja.

Lo mismo ocurre con los apartamentos turísticos o los apartahoteles, que además de a estas restricciones urbanísticas están sujetos al cumplimiento de las especificaciones relativas a luz, la ventilación y otras condiciones higiénico-sanitarias, según establece la Ley de Turismo. Se trata de un tipo de alojamiento cuya presencia no es habitual en la capital vizcaina, aunque se haya categorizado.

Por último, los hoteles, hostales y pensiones se mantienen asimilados al uso de equipamiento y su regulación permanece en los mismos términos en los que se autoriza en la actualidad, según los condicionantes de la normativa municipal.

Adecuación necesaria Desde el Consistorio valoraron necesaria la adecuación del plan general vigente, de 1995, en tanto que el próximo no se aprobará definitivamente hasta la siguiente legislatura. Teniendo en cuenta que en los últimos años la ciudad ha experimentado un incremento notable del turismo, que ha pasado de ser “irrelevante” hasta alcanzar el 5,2% del PIB en junio de 2017 -según el Observatorio de Turismo de Bizkaia-, acuciaba regular su actividad. Más aún conociendo que este fenómeno puede afectar a la convivencia en los edificios y en los barrios.

En cualquier caso, desde el Ayuntamiento sostienen que la presencia de alojamientos alternativos a los tradicionales, como habitaciones o viviendas turísticas, son “todavía una opción minoritaria”, ya que según el Observatorio de Turismo de Bizkaia en 2016 un 8,3% de los turistas pernoctaron en viviendas de uso turístico y un 0,5% en apartamentos turísticos frente a un 61,7% que se decantaron por opciones tradicionales.

La propuesta de adecuación iniciada ayer deberá pasar otra vez por el Consejo Asesor de Planeamiento -donde están presentes, entre otros, las asociaciones vecinales así como los miembros de los partidos políticos municipales-, antes de ser aprobado inicialmente por la Junta de Gobierno y definitivamente por el pleno municipal, después de ser sometida a exposición pública.