BILBAO - La futura llegada del TAV a Abando ha reactivado la construcción de nuevos hoteles en Bilbao. Los empresarios del sector no quieren perder la oportunidad que supondrá la mejora de las comunicaciones con el resto de puntos del Estado y que avivará la llegada de más turistas a la ciudad, una expectativa a medio plazo para la que ya se están preparando. De hecho, en estos momentos hay siete proyectos hoteleros conocidos, en el entorno de lo que todavía son solo vías de tren.

La progresión del turismo va en alza, según confirma el concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo de Bilbao, Xabier Ochandiano, quien adelanta que “este año se llegará por primera vez al millón de visitantes”. Pero, además, los turistas ya no se quedan en el Casco Viejo, “quieren conocer otras zonas de la ciudad y llegan al centro ”, señala Jorge Aio, de Bilbao Centro. “De hecho, ha aumentado un 7% el incremento de ventas en esta zona, debido a los turistas”, apunta.

El Tren de Alta Velocidad va a revolucionar Bilbao y no solo en lo que se refiere a las comunicaciones, “atraerá nuevos turistas”, lo que sumado a la propia curva ascendente que mantiene Bilbao los últimos años “obligará a repensarse la oferta hotelera y otros aspectos de la ciudad en los que ya se está trabajando”, según señala Ochandiano.

Se refiere a que el turista ya no se queda en el Casco Viejo, “es un patrimonio de la humanidad, pero de la mano del Museo Guggenheim, el Bellas Artes y de la Alhóndiga- Azkuna Zentroa-, estamos visibilizando que cada vez más las personas que nos visitan recorren toda la ciudad”.

El director gerente de Bilbao Centro coincide en esta percepción. “Es una realidad que el flujo de turistas avanza ya desde el Casco Viejo a Moyúa y al centro”.

Ochandiano considera que este es un aspecto muy interesante por lo que supone para el comercio de Abando-Indautxu. “Queremos que el turista venga y disfrute y también posicionar cada vez más a Bilbao como destino de compras, que lo es ya en sí mismo -es la ciudad más potente del norte del Estado-, pero esperemos que el turismo tenga ese enlace con la compra, posicionarnos con ese turismo de shopping. Por eso es importante que los turistas se muevan como ya está ocurriendo por el centro de Bilbao”.

“El Ayuntamiento”, recuerda Ochandiano, “ya trabaja para que la sinergia entre zonas cree rutas que conecten la villa”. En este sentido, señala que “estamos trabajando en la calle Iparraguirre y uno de los propósitos es que haya un camino facilitador para que las personas que nos visitan puedan desplazarse cómodamente por toda la ciudad”. Y añade el concejal que “no debemos olvidar que San Mamés empieza a ser un destino también en clave turístico y, con la apertura del museo del Athletic, será un tema que irá a más”.

Récord Lo que está claro para el concejal es que “no se trata de grandes picos turísticos que a veces son efímeros”. Así lo constatan los datos. “A cierre del primer semestre vemos que la tendencia es muy buena, estamos creciendo en torno al 8% en pasajeros y un 7,2% en pernoctaciones”, se congratula Ochandiano. “Bilbao rozará el millón de visitantes, lo que va a ser un hito histórico, porque 2017 volvería a ser un año de récord”, argumenta. Pero, más allá de las cifras, lo que destaca el concejal es que “es un crecimiento sostenible y sostenido en el tiempo”.

Los países emisores siguen siendo los clásicos: Reino Unido, Francia... y aún es mayor la llegada de turistas del Estado que extranjeros, pero la distancia es cada vez menor.

“Según los datos de este semestre, el 52% de viajeros son estatales frente al 48% de extranjeros”. Acortar distancia es interesante “porque este turismo gasta una media de 120 euros al día, mientras que el gasto de los visitantes estatales es de unos 90 euros al día. Además, el extranjero se queda algún día más e incluso se desplaza al resto de Bizkaia”.

En este sentido, Ochandiano cree que es una línea en la que hay que seguir trabajando porque “si bien es verdad que el turismo está creciendo, las pernoctaciones están costando algo más. Tenemos ese techo de cristal de las dos pernoctas de media y queremos posicionar Bilbao como una puerta de entrada a toda Euskadi”.

Y el año no se está comportando mal para alcanzar estos objetivos, ya que si en 2016 fueron del orden de 800.000 los turistas que pisaron Bilbao, en lo que va de año han pasado ya 400.000 turistas y no se han contabilizado los meses de verano que son los más fuertes para el sector y que además incluye la celebración de Aste Nagusia.

El crecimiento del sector, en todo caso, no es aislado porque también el aeropuerto está creciendo de manera muy importante y “es posible que cierre este año también batiendo récords con 5 millones de pasajeros. “ No solo tiene que ver el sector turístico, también hay una reactivación general de la economía”, opina Ochandiano.

Así, el entorno de la estación del futuro TAV ya se está preparando para aprovechar las sinergias que genere esta infraestructura. También Aio, percibe el movimiento que se está produciendo en toda la zona y destaca en este sentido, la creación de nuevos hoteles.

El primer nuevo hotel en ofrecer sus servicios será un cuatro estrellas de la cadena Vincci. El nuevo alojamiento se situará entre las torres de Isozaki y el Museo Guggenheim, al final de la calle Mazarredo y su apertura está prevista para el segundo semestre de 2017. En la trasera de El Corte Inglés en la calle Canciller Ayala, el edificio de los jesuitas albergará un establecimiento hotelero de la cadena Sercotel. Aunque las obras en dicha localización ya han comenzado, la dirección no prevé su apertura hasta finales de 2018 o principios de 2019, cuando será operado por la compañía en régimen de explotación.

En Zancoeta, un antiguo edificio de oficinas se preparara para albergar un establecimiento de una gama media, una oferta que, según el concejal, es muy necesaria para diversificar el tipo de turismo. Y en Irala, junto a la plaza Kirikiño, se esta edificando otro hotel.

A estos nuevos establecimientos hay que añadir el proyectado en el Casco Viejo en las antigua oficinas de Laboral Kutxa, así como la previsión de que el palacio Olabarri acoja un hotel singular de las características de un María Cristina donostiarra, mientras que los planos de Termibus también contemplan un establecimiento hotelero.