Bilbao - La primera torre de la Operación Bolueta será el edificio residencial más alto del mundo con el método Passivhaus, uno de los estándares más eficientes en consumo y ahorro energético.

Ello significa que los futuros vecinos de la torre apenas gastarán energía en calefacción o aire acondicionado. De origen alemán, el estándar Passivhaus se ha implantado en multitud de nuevos edificios en el centro de Europa y marcará la construcción de edificios a partir del año 2020 en el viejo continente.

Tiene como objetivo una alta eficiencia energética que se inicia con el propio diseño del bloque y que se desarrolló con mejoras técnicas en aislamiento, medidas de control de puentes térmicos, carpinterías de altas prestaciones y sistemas de recuperación del calor.

“Se puede hablar que si una vivienda normal gasta unos 150 euros en consumo de energía en este tipo de edificios costará 15”, asegura Germán Velázquez hijo, responsable del proyecto y que este fin de semana ha estado en Viena.

Su viaje es consecuencia de la invitación realizada por los responsables de la International Passivhaus Conference 2017 que se ha celebrado en la capital austriaca.

Las especiales características del rascacielos de Bolueta por su altura, construcción en el Estado español y objetivo social pusieron esta construcción en el punto de mira de los organizadores. Hay que tener en cuenta en el Estado no hay más de diez viviendas unifamiliares que cumplan este certificado y “los pisos de Bolueta será el primer bloque en altura en conseguirlo y encima para vivienda sociales”, explica Velázquez.

El arquitecto que dirige este proyecto desde hace más de cuatro años, cuando fue elegido por el Gobierno vasco para el diseño del rascacielos, ha expuesto en una ponencia todo el trabajo que se está desarrollando en Bolueta.

El ejemplo de Bilbao fue elegido para participar en un congreso donde especialistas del todo el mundo debaten sobre la importancia de que los edificios del futuro sean construidos bajo la máxima del consumo responsable de energía.

Germán Velázquez padre indica que “es muy importante participar en esta cita para dar a conocer nuestro trabajo, ya que en Austria y Alemania ya casi todas las viviendas se construyen con esta filosofía, algo que aquí todavía no está asumido de forma generalizada”.

De hecho, conseguir la certificación Passivhaus supone una labor constante de vigilancia. “Por ello estamos realizando durante la construcción controles de aislamiento y estanqueidad, para resolver los problemas que detectemos ahora y solucionarlos antes de la entrega de la viviendas”, asegura el Germán Velázquez padre. El estudio navarro Varquitectos fue el primero en el Estado que se ha certificado como Passivhaus designer, es decir, capacitado para diseñar edificios con estas características. - A. G. A.