Los Reyes Magos de Oriente despiertan la ilusión de todos

Una imagen vale más que mil palabras. Y ayer por la tarde, la imagen fue las de las caras de sorpresa e ilusión de los miles de pequeños que esperaban el paso de los Reyes Magos de Oriente. Ni siquiera el frío intenso llegó a ser una excusa para conseguir el objetivo: poder ver a Sus Majestades en primera fila. Fueron muchos los niños que, para no perder detalle, vieron el desfile mágico sentados sobre los hombros de sus aitas.

El gran desfile se inició a las seis de la tarde en Gran Vía con María Díaz de Haro, continuó por Gran Vía, plaza Moyúa, Gran Vía, Plaza Circular, Buenos Aires y finalizó en la plaza del Ayuntamiento. El cortejo estuvo precedido por los guardianes de las estrellas, un peculiar batallón que transformó el espacio desde un punto de vista diferente: el aire. Con una puesta en escena inspirada en los sueños derretidos de Salvador Dalí, el público disfrutó con animales fantásticos pululando sobre sus cabezas. Fue un espectáculo vanguardista que sorprendió por su originalidad y dinamismo. Tras ellos, llegó la Gran Estrella de Oriente que es la guía de los Reyes Magos hasta la villa con su larga estela de destellos led y con iluminación robótica hacia el público.

Tras el mágico espectáculo se fueron asomando Melchor, Gaspar y Baltasar con sus sillones giratorios saludando a las miles de personas que se agolpaban en el recorrido y para ver a todas las familias que se acercaron hasta la Gran Vía. Por último, por motivos de seguridad, fue el turno de la carroza de la Fábrica de Caramelos que repartió las 3,5 toneladas de caramelos sin gluten mediante sus potentes turbinas y los 15 kilos de confeti biodegradable. El desfile concluyó en el Ayuntamiento, donde el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, recibió a los Reyes Magos en las escalinatas de la casa consistorial. Desde el balcón, los Reyes desearon paz y salud para todos.

Por la mañana, los Reyes también tuvieron tiempo de visitar a los niños hospitalizados en Basurto.