La diócesis de Bilbao destinó 14 millones de euros a acciones caritativas

Bilbao - La crisis no cesa para los núcleos más desfavorecidos. Es por eso por lo que la diócesis de Bilbao destinó el 40% de sus ingresos a la actividad caritativa y misionera, (14.170.316 euros). El año pasado 8.432.937 se invirtieron en gastos de personal (24%), 8.665.9070 en actividades pastorales (25%), y 3.785.598 euros a obras y mantenimiento e inmovilizado (11%). Desde 2007, las ayudas a Cáritas se han multiplicado casi por dos y ha pasado de ser de siete millones hace nueve años a 13,3 millones en 2015. El aumento del gasto se ha financiado con las mayores aportaciones de los fieles. Así, el 67% de la recaudación de Cáritas proviene de las personas y de las familias, mientras que en el caso de las parroquias este porcentaje se eleva hasta el 77%.

Con motivo del día de la Iglesia Diocesana que se celebra mañana, el obispo de Bilbao, Mario Iceta, compareció ayer para informar sobre la actividad pastoral y económica de 2015. Junto a él, estuvieron presentes la delegada de Caridad y Justicia de la diócesis de Bilbao, Belén Rodero, y del director de Cáritas Bizkaia, Carlos Bargos.

El año pasado, un millar de personas fueron atendidas en los comedores gestionados por Cáritas y un centenar de familias fueron acogidas en las 84 viviendas con las que cuenta la organización en Bizkaia. “Aunque parece que la situación económica mejora, la realidad es la contraria. Hace años a las personas se les daba un empujón y en cinco meses salían, pero ahora, no. Necesitan años para poder vivir dignamente”, afirmó ayer el director Cáritas, Carlos Bargos. En 2015, a través de la Red Koopera, se hizo una aportación de 30.000 euros en ropa a personas que lo necesitan, con 327.000 prendas recogidas el año pasado, “que facilitan plataformas de empleabilidad con 65 puestos de trabajo vinculados a esa reutilización de la ropa”.

Ingresos La diócesis de Bilbao tuvo unos ingresos de 34.106.811 euros el pasado año, un 2,8% menos que en el ejercicio anterior, y destinó 35.054.822 euros a las actividades caritativas, pastorales, gastos de personal y a obras de mantenimiento e inmovilizado, lo que supone un 5,5% menos que en 2014. Según señaló el obispo Iceta, las 298 parroquias de Bizkaia se mantienen, principalmente, por las aportaciones de los fieles, donativos y legados, que en 2015 ascendieron a 22.917.183 euros, el 67% de los ingresos. En este apartado se incluye las aportaciones a través de la declaración de la renta. Así, en 2015, un total de 190.000 contribuyentes de Bizkaia marcaron la equis en la casilla para la Iglesia, lo que supone el 32% de las declaraciones, una cifra que “se mantiene estable”. A través de subvenciones y ayudas oficiales, la diócesis de Bilbao recibió el pasado año 5.914.999 euros (15% de los ingresos), que se suman a los 2.727.340 euros recibidos por servicios y otros ingresos (8%), y a los 2.547.292 euros obtenidos por el rendimiento de su patrimonio (8%).

El obispo explicó que “el índice de autofinanciación de nuestra diócesis, al que queremos llegar como objetivo cuanto antes, supera el 80%”. “Queremos cuanto antes llegar al 100% de financiación, estamos en camino de ello, está creciendo paulatinamente cada año a pesar de la crisis, y nuestro objetivo es la autofinanciación completa”, reiteró.

Tras reconocer que, “por motivo de la crisis, no ha habido tantas suscripciones familiares como las que necesitaríamos”, Iceta consideró importante conciencia sobre la “corresponsabilidad económica”. El obispo de Bilbao compareció en la sede de Lagungo, centro especializado en terapia familiar e individual que se creó para ayudar a las familias en dificultad”. Según destacó “la familia sigue siendo una de las principales referencias educadoras, forma a las personas y las inserta en una ciudadanía activa y responsable”.

Por su parte, Belén Rodero ofreció datos relativos a las acciones que se están llevando a cabo desde su área, que comprende, entre otros, la atención en las prisiones o en los hospitales. “Acompañamos a las personas presas en prisión y fuera de ella, gracias al trabajo de 48 personas voluntarias”, explicó.

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