Bilbao - El edificio industrial que antaño albergó la empresa Agemasa será derribado este verano, según los planes que baraja la Junta de Concertación de Zorrotzaurre (JCZ). La asamblea de esta entidad compuesta por los propietarios públicos y privados más importantes de Zorro-tzaurre decidirá en su reunión del martes próximo la licitación de las obras de demolición del último edificio que queda en pie en la margen derecha del canal de Deusto. Hay que recordar que la actuación de la comisión gestora y de su instrumento para la urbanización y desarrollo de la zona no se queda solo en la futura isla, también recoge toda la franja de la ribera del canal desde Elorrieta hasta la clínica del IMQ.
Es en esta zona donde se levanta el último edificio industrial que queda en unos muelles vacíos a excepción de la cercana sede de la ingeniería Idom reformada hace unos años como avanzadilla de la recuperación de toda la zona.
El derribo del viejo inmueble industrial de Agemasa, la agencia marítima de consignaciones que se trasladó a los muelles del Abra Exterior hace unos años, no será total ya que parte del mismo quedará en pie.
En concreto, y mirando desde Zorrotzaurre al canal, se demolerá la parte izquierda del alargado edificio que lleva varios años vacío. El objetivo del derribo es dejar el espacio libre suficiente para la desembocadura de la cercana calle Islas Baleares a la zona ribereña. Una zona diáfana que permitirá crear un tránsito callejero para los vecinos de la zona con el segundo puente, el cual unirá la futura isla con el barrio de San Ignacio por la mencionada calle Islas Baleares. Como se recordará, este paso servirá tanto para peatones como para vehículos y será construido con la financiación del Gobierno vasco. El inicio de las obras de este puente se prevé para finales de este año.
El derribo de la mitad del edificio de Agemasa se efectuará unos meses antes, después de que la JCZ estudie las propuestas que lleguen de las empresas y se adjudique el contrato a una de ellas. Las previsiones de la junta es que el coste del derribo de la mitad del bloque ronde los 100.000 euros.
Por lo que respecta a la otra parte del inmueble de ladrillo cara vista y hormigón que se levanta en dos plantas escalonadas se mantendrá con el fin de que albergue en un futuro por determinar un equipamiento público para los vecinos de San Ignacio y los nuevos bilbainos que colonicen esta zona en los próximos años. Entre las opciones que se barajan es que el edificio albergue un ambulatorio de Osakidetza. Al menos, eso es lo que se acordó entre la asociación de vecinos de El Canal y el Ayuntamiento de Bilbao tras llegar a un acuerdo entre las partes que solventó el conflicto generado por la oposición vecinal a que efectuaran unos rellenos en el cauce del canal. Entonces se quedó en que el Consistorio solicitaría al departamento de Salud del Gobierno vasco la creación de un nuevo punto de atención medica ambulatoria.