Sin el estigma de la invisibilidad
Fekoor celebra en Bilbao su II Fiesta Asociativa para compartir el trabajo realizado por todas las entidades que conforman la federación de discapacitados físicos y orgánicos
Bilbao - El primer reto consistió en sacar a la calle al colectivo; después vino la reivindicación de la supresión de barreras urbanísticas; y ahora es el turno de la lucha contra la exclusión social. La Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Bizkaia (Fekoor) celebró ayer en El Arenal bilbaino su II Fiesta Asociativa con la intención de dar visibilidad a todas las personas que se engloban dentro de las 21 entidades representadas. En ambiente festivo, ayudado por una kalejira con txistu, talleres infantiles, txosna con comida y bebida y animación musical, cientos de personas se congregaron para apoyar la causa.
“Este tipo de fiestas además de aglutinarnos a nosotros, porque somos de asociaciones que incluyen diferentes patologías, sirven para sensibilizar al resto de la sociedad”, comentaba Rodrigo González, asociado en Codisfiba, Colectivo de Disminuidos Físicos de Barakaldo, y miembro de la junta directiva de Fekoor. “Muchas veces nos encontramos con gente que no llega a las ayudas que hay porque no sabe de ellas”, explicaba González, aquejado de una enfermedad neuromuscular por la que lleva 15 años en una silla de ruedas.
Es el caso de Tomy Sánchez, quien sufrió poliomielitis con apenas 3 años, pero no ha sido hasta hace poco cuando ha decidido asociarse. “Aún puedo andar, pero para hacer una vida más normal voy en silla de ruedas”, revelaba esta mujer de 60 años, que conoció a otras personas que padecían los mismos problemas a través de las redes sociales. “Poco a poco la sociedad se va concienciando, ya nos ven de otra manera”, explicaban los dos amigos de Codisfiba.
Entre los avances logrados en los últimos años, los miembros de Fekoor destacaron el programa de apoyo a la vida independiente Savi, para que la persona pueda desarrollar su propia vida (trabajar, estudiar, relacionarse con otras personas, acudir a eventos, disfrutar de su ocio, desplazarse, aseo e higiene personal, tareas domésticas, visitas a familia y amistades, conducir...). “El simple hecho de salir a tomarte un café puede estar lleno de obstáculos”, indicó González sobre la importancia de este tipo de iniciativas. Asimismo, recalcaron el programa Etxegoki para que las personas con alguna discapacidad física y orgánica puedan vivir de forma independiente y autónoma en pisos tutelados. “Son proyectos costosos, pero considero que en lugar de un gasto es una inversión”, consideró González.
En palabras de Marcelino Fernández, presidente de Fekoor, teniendo en cuenta que la federación está constituida por distintas asociaciones, uno de los objetivos de la fiesta es visibilizar a dichas entidades de forma individual. “Detrás de las siglas hay un montón de personas con distintas discapacidades físicas y orgánicas”, recordó Fernández, quien a su vez es presidente de la Asociación de Enfermedades Neuromusculares de Bizkaia (BENE). “Las barreras arquitectónicas, los problemas de accesibilidad, la exclusión social... siguen siendo los principales obstáculos a los que se enfrentan los asociados”, explicó antes de enumerar los numerosos avances realizados en esas áreas.
En una fiesta que también contó con la presencia de Iñigo Pombo, concejal de Acción Social, Isabel Sánchez Robles, diputada de Acción Social, y Sergio Murillo, Director General de Promoción de la Autonomía Personal, el presidente de Fekoor subrayó los avances realizados en lo últimos años. “Cuando fundamos hace casi 20 años BENE, la genetista y el neurólogo del Hospital de Basurto nos comentaban que mandaban a mucha gente a la asociación, porque eran reacios. Eso ha cambiado, la gente sale a la calle, en silla de ruedas o como puede, y el estigma de la invisibilidad ha desaparecido”, indicó.