Bilbao - El departamento de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno vasco tendrá mañana legalmente la propiedad del ascensor de Begoña, el elevador que permanece parado desde julio del pasado año cuando la empresa concesionaria Ascensores a Begoña S. A. abandonó las instalaciones de manera unilateral.
Según explicó ayer en un comunicado el director de Planificación del Transporte del Ejecutivo vasco, Marko Boronat, desde mañana se dará comienzo la reversión de las instalaciones y “a partir de ese momento se iniciarán una serie de labores de acondicionamiento de la instalación para su vuelta a funcionamiento”.
Es un paso más dentro del largo proceso que han acordado Lakua y el Ayuntamiento de Bilbao para posibilitar la apertura de nuevo del transporte vertical con carácter gratuito y con una gestión que heredará el consistorio capitalino a través de la empresa municipal Funicular de Artxanda, la encargada de gestionar todos los ascensores que funcionan en la actualidad en los barrios altos de la capital vizcaina.
Como se recordará, tras más de un año de tensión entre las concesionaria del servicio y el Gobierno vasco, responsable de un transporte que asumió de las autoridades franquistas, finalmente la empresa cerró las puertas del ascensor al considerar que no podía continuar la actividad debido a la grave situación económica que presentaba y de la cual culpabilizó a la propia administración vasca.
Tras dejar el servicio, que dejó a seis empleados en la calle, la dirección de Transportes demandó a la empresa por incumplimiento de la concesión y puso en marcha una tramitación judicial y burocrática que se está prolongando en exceso. Asimismo, tras quedarse los usuarios sin el servicio de ascensor, el Gobierno vasco acordó con el metro su sustitución mediante el elevador que pone a disposición de sus viajeros.
Solución provisional Una alternativa temporal ya que en la intención de Lakua siempre ha estado reabrir el emblemático elevador que une el Casco Viejo con los campos de Mallona y que después fuera cedida su gestión al Ayuntamiento de Bilbao. La vieja concesión del ascensor que era por 99 años y se inició en los años 40 cuando se construyó el transporte vertical, ha causado diversos problemas jurídicos que han impedido al Gobierno vasco tener plena potestad sobre el edificio, las instalaciones eléctricas y los accesos. Con el nuevo escenario “una de las primeras acciones consiste en la valoración del estado estructural de la instalación por lo que la puesta en funcionamiento estará en todo caso supeditada a que se corrobore que el edificio está en las condiciones adecuadas”, detalló ayer el director de Transportes. Por ello, desde Lakua ayer no quisieron adelantar en qué fecha se podrá poner en marcha de nuevo el elevador. Fuentes de Transportes recordaron que se trata de un edificio protegido en el Patrimonio del Gobierno vasco, y que dado el valor arquitectónico del conjunto “la implicación en la rehabilitación por parte de Lakua no solo es relativa a la maquinaria del ascensor sino también a toda la infraestructura”. De momento, próximamente se iniciará la cata de la torre, previo desbroce de la maleza que se ubica alrededor del edificio, y de la pasarela que la une con tierra en la parte alta.
7-2014