La quema de la sardina pone fin al Carnaval bilbaino

Espectáculo. Se acabó, pero eso sí, solo por este año, el que viene habrá más actos repletos de caretas, pelucas y vestidos de colores. El Carnaval de Bilbao tocó ayer a su fin con la tradicional quema de la sardina. Siguiendo la tradición, y a puertas de la Cuaresma, Bilbao quemó al símbolo carnavalero en un ritual que sirvió para purificar a sus vecinos tras días de “fiesta, lujuria y desenfreno”. Y lo hizo en plena plaza, con el teatro Arriaga como telón de fondo. El cortejo de Doña Sardina llegó al Arriaga desde la Plaza Nueva, donde se inició el desfile una hora antes, pero eso sí, “de riguroso luto y portando velas”. En silencio, el séquito llegó al teatro. Una vez allí el velatorio se vistió con un montaje de luz, fuego y efectos especiales capitaneado por Deabru Beltzak en el que no faltó la música. Foto: Zigor Alkorta