BILBAO - La oferta y la demanda de plazas de aparcamiento en Bilbao no se ponen de acuerdo. 972 plazas se encuentran libres y por contra 971 personas se encuentra en lista de espera para comprar una de las plazas en concesión próxima a sus domicilios. El aparcamiento sigue siendo una de las asignaturas en las que los bilbainos ponen peor nota al Ayuntamiento, a pesar de una concienzuda política municipal desarrollada durante años para equilibrar la creación de nuevos aparcamientos con la pretensión de hacer de Bilbao una ciudad sostenible en la que primer el transporte público. El concejal de Circulación y Transportes del Ayuntamiento de Bilbao, Asier Abaunza, desgranó ayer la radiografía de parkings de la ciudad ante los grupos de la oposición en la comisión de Movilidad. "Bilbao tiene un menor grado de motorización que el resto de Bizkaia. La mayoría de los desplazamientos se hacen a pie o en transporte público", dijo y abogó por potenciar los aparcamientos disuasorios siempre que sea posible.
La comisión de movilidad que tuvo lugar ayer en el Ayuntamiento sirvió para conocer cómo entienden los diferentes grupos de la oposición que debe regularse el aparcamiento en la villa. Abaunza desveló que existen 130.000 vehículos censados en la capital para los que el Ayuntamiento ha ido construyendo a lo largo de los años un ambicioso programa de parkings en concesión cuyos precios están por debajo del mercado.
En estos momentos, la oferta en los 52 aparcamientos asciende a 16.439 plazas destinadas a residentes y 3.242 en rotación, en total 19.681; a las que habría que sumar las 18.294 tarjetas de OTA. Además, hay 110.000 plazas en edificios privados. Sin embargo, la oferta y la demanda no está compensada. Sobran plazas donde no existe necesidad de aparcamientos o no se quiere pagar lo que cuesta la parcela, como ocurre en la Plaza Euskadi, en El Arenal, en el parking de El Karmelo o en el aparcamiento que se construyó en Camino del Polvorín. Sin embargo, hay lista de espera para aparcar en el de plaza Campuzano, Alhóndiga o Indautxu, por ejemplo.
La solución no es fácil desde el Consistorio. Cada año se contabilizan una media de 320 "segundas transmisiones", una cifra con pocas variaciones con el agravante de que tal y como destacó el concejal socialista, Goyo Zurro, las primeras concesiones comenzarán a caducar en 2040, lo que hace que se esté ante "un modelo caduco" .
A esto se suma la picaresca de aquellos que no quiere desprenderse de la propiedad y la alquilan o la utilizan como trastero. El año 2012 inspectores municipales abrieron 391 expedientes disciplinarios por ese "mal uso", mientras que el año pasado se redujeron a la mitad, siendo 195 los expedientados.
La diferencia de precios sobre el mercado sigue siendo el primer reclamo de estas plazas, aunque la horquilla de precios según la zona es muy variable e influye también en que algunas plazas sigan sin venderse y otras hayan tenido que ponerse en alquiler. Una parcela en el polideportivo de Deusto cuesta 4.000 euros, frente a los 32.000 de Alameda Mazarredo, el último en construirse. El concejal del PP, Luis Hermosa, se mostró partidario de enajenar las plazas y dejarlas en manos privadas. "Es el momento de pensar en otras formas porque los parkings subterráneos van a seguir siéndolo", dijo. Pero esta política llevaría a "perder el control público" sobre los parkings subterráneos, argumentó el concejal. Para Elena Gartzia, concejala de Bildu, "el Ayuntamiento de Bilbao no tiene por qué garantizar el aparcamiento a todo aquél que tenga vehículo porque supone desincentivar el transporte público". Sin embargo, una medida que propiciaría esta política sería, según Goyo Zurro, la potenciación de parkings de conexión, "aunque fuera necesaria una inversión pública".