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Madrugadores sibaritas

El frío no achicó a los compradores que aprovechan todos los años las primeras horas de la mañana para hacerse con los productos del agro Entre las 12.00 y las 13.00 horas las ventas se dispararon

Madrugadores sibaritasAlkorta/Viñas

Bilbao

Temprano, muy temprano. Ese es el momento perfecto, el instante ideal para encontrar a los sibaritas de los productos de caserío en la feria de Santo Tomás. Madrugan porque saben que esa es la mejor manera de llenar su cesta de lo mejor de la huerta vizcaina. Ni siquiera se había cortado la cinta que inauguraba a las 10.30 horas la feria y ya estaban llenando sus bolsas de productos de calidad. "Lo mejor es a esta hora, cuando todavía apenas hay gente. Te das una vuelta rápida, lo ves todo y compras", explica Ana Mari Añorga, de Santurtzi. Salió de casa a las ocho y media de la mañana. Se tomó un café y empezó su tradicional recorrido en compañía de su ama. "Compramos pan de Orozko; queso de oveja de Orduña, y miel y txakoli de Bakio", relata la mujer. "Nos vamos cargaditas, pero encantadas de la vida. Este es un día perfecto, previo a la Navidad", comentan.

A las diez de la mañana, el termómetro de El Arenal marcaba 3 grados. Frío, bastante frío, pero la gente empezaba a calentar poco a poco el ambiente festivo. Sin embargo, las gélidas temperaturas típicas de diciembre no supusieron un problema para los selectos compradores como Pili, Maite, Jon, Ana, Edurne, Joaquín y María -madrugadores sibaritas- a los que la helada mañanera no les pilló al calor de las sábanas. Joaquín y María, matrimonio de Bilbao hicieron como todos los años su primera parada en el puesto de queso de Otxandio; buen y exquisito producto de oveja que se elabora en el barrio de Mekoleta. Eva y Andoni son los productores que edición tras edición están en su puesto en la Plaza Nueva. "¿Qué tal Eva?", les saludaba el matrimonio de Bilbao. "Todos los años compramos este queso de Idiazabal y nos gusta mucho, sobre todo a nuestros hijos y nietos", explicaba Joaquín. Preparados con varias bolsas hicieron la primera parada en este stand. "Ahora vamos a ver qué cositas hay por ahí. Siempre compramos algún capricho, además de pan de caserío y chorizo", contaba.

Buen producto, buen sabor y un aroma a chorizo que, a pesar de la hora -10.20 horas- ya incitaba a meterse en una de las txosnas para degustar el típico talo. Ana Belén Nuñez no pudo resistirse. Ella fue una de las pocas que no tuvo que hacer cola ayer para comprar un talo. Es la ventaja de madrugar. "No he podido aguantar. He madrugado y con este perfume es imposible resistirse", decía. A la joven de Sestao tampoco le importó pasar un poco de frío para hacer la tradicional ronda y comprar lomo, chorizos y miel. "La gente que viene a comprar lo hace a primera hora, después ni ves, ni te apetece. Me agobia tanta gente y hoy (por ayer) se prevé que se llene a tope", dijo.

Y no se equivocó. Aunque, según explicó Urtza Sarrionaindia, responsable de uno de los puestos de hortalizas situado en las inmediaciones de la iglesia de San Nicolás, la venta se inició tímidamente, entre las 12.00 y las 13.00 horas, "el movimiento fue espectacular". De hecho, según datos proporcionados por BBK, hubo puestos que lo vendieron todo en tan solo dos horas.

La combinación de sábado y buen tiempo fue, sin lugar a dudas, clave para que este encuentro del agro vasco se convirtiera un año más en todo un éxito, no solo desde el punto de vista de ambiente, sino en lo que a ventas se refiere. "El año pasado se vendió bien, pero esperamos que este sea algo mejor", dijo Julián, detrás de un puesto de hortalizas. Urtza Sarrionaindia, de Igorre, que atendía a los clientes junto a Bikain e Isarne en el puesto se mostraba confiada en que este Santo Tomás fuera mejor que el de 2012. "El año pasado a primera hora hubo cantidad de gente. Hoy, (por ayer) solo han venido los que buscan el producto de exquisitez, los madrugadores que vienen a tiro fijo", dijo. Como Pilar Lupiola, que se acercó al puesto 197 para comprar las manzanas reinetas, las nueces y las avellanas que Urtza tiene de calidad y que anualmente coloca con delicadeza en las cestas de mimbre. "Me gusta este puesto. Busco la manzana recién cogida del árbol y aquí lo encuentro todos los años", explicaba la señora de Bilbao.

Chayote para probar En la variedad está el gusto y si algo hay en la feria de Santo Tomás de Bilbao es variedad. Tanto es así que, entre los que se disponen a primera hora para hacer un repaso de los stand hay quien busca lo raro, lo diferente, ese producto que no conocía y que le llama la atención. Julián y Elisa lo buscaron en el puesto de Arratia. "¿Qué es eso?", preguntó Elisa mientras apuntaba a una cesta en la que había un tubérculo con pinchos. "Es una patata, procede de Sudamérica y se llama chayote", respondió Sarrionaindia. "Es rico. Se limpia, se cuece y luego se albarda", describió la de Igorre. Irresistible. El matrimonio no pudo más que comprar los chayotes para probarlos. "El año que viene volveré para decirte si me han gustado o no", prometió.

La temperatura subía, las calles se llenaban de gente y los sibaritas madrugadores empezaron a retirarse para dar paso a la muchedumbre, a los deseosos de una sidra, txakoli o un talo. El reloj marcaba las 11.00 horas; 8 grados. Rober e Isa, matrimonio de Bilbao, prefirió no madrugar y por lo tanto les tocó esperar para hacerse con un trozo de bueno lomo en el puesto de Josu Allende, del baserri Lopetegi de Barakaldo. "Es la primera vez que compramos aquí, pero el precio está mejor que en el resto". "Ahora vamos a por el pan". Sabrosa combinación.