Gernika. Con el mayor consenso político en los diez años de mandato de José Luis Bilbao, el proyecto de presupuestos de la Diputación de Bizkaia para 2014 salvó ayer su primer trámite parlamentario con la única oposición de Bildu. Tres de los cuatro partidos políticos presentes en las Juntas Generales -PNV, PSE y PP, los mismos que alcanzaron el pacto fiscal- unieron sus fuerzas para que la petición de devolución de las cuentas de la coalición abertzale no prosperara. Su portavoz, Irune Soto, calificó de "fraude presupuestario" el proyecto presentado por el equipo foral, en el que "se reitera la apuesta de este gobierno por todas las personas que vivimos en este territorio", según explicó el diputado de Hacienda, José María Iruarrizaga.
Con un total de 1.502 millones de euros de gestión propia, el proyecto de cuentas pretende ser una "palanca tractora" para superar la crisis, "dirigido a los dos grandes activos del territorio, las personas que aquí vivimos y el tejido productivo". Un año más, los presupuestos tendrán como ejes principales el mantenimiento de los servicios sociales y públicos, el fomento del empleo y la creación de empleo, y la inversión en obra pública.
Necesitado del apoyo de algún partido para sacar adelante los presupuestos, el PNV ha logrado finalmente aunar el acuerdo del PSE y el PP entorno a las cuentas forales, garantizando así su aprobación y consiguiendo el mayor consenso presupuestario en los diez años de mandato de José Luis Bilbao. Únicamente Bildu -que cuenta con 12 de los 51 apoderados de la cámara- se ha desligado de ese marco, planteando una única enmienda a la totalidad que fue rechazada ayer por el resto de partidos. En concreto, el PNV y el PP votaron en contra de la enmienda, en la que el PSE se abstuvo.
Estabilidad Los tres partidos coincidieron en la necesidad de alcanzar acuerdos que otorguen estabilidad presupuestaria en una época de crisis como la actual. "Es penoso. No se dan cuenta de que donde hay que recortar es en esa capacidad de bloqueo, del no por el no. ¿No ve que son los únicos que circulan en dirección contraria?", planteó la portavoz jeltzale, Lorea Bilbao, a Bildu. Para la coalición, el acuerdo es un ejemplo de "clientelismo político" y acusó al equipo de gobierno foral de "falta de liderazgo" para dirigir el futuro del territorio. Iñaki Egaña (PSE) insistió en que "no es momento para políticas partidistas" y advirtió de que ejercerán de "oposición crítica", mientras que Esther Martínez (PP) criticó que "algunos -en relación a Bildu- sigan mirándose al ombligo".