Bilbao. Bilbao se mantiene al filo de la navaja en su lucha contra la tenencia de armas blancas en lugares públicos. La guerra al navajero, que dio sus primeros pasos en 2006, continúa vigente. Sin embargo, el último fin de semana ha resultado especialmente llamativo debido a la consecución de varios altercados con arma blanca -una discusión en Rekalde, en la que un hombre resultó herido de gravedad como consecuencia de dos cuchilladas, y una pelea multitudinaria entre varios jóvenes en Alameda Mazarredo-. Desde el Área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Bilbao hacen hincapié en la importancia de no llevar armas blancas en la vía pública.

"Hemos hecho muchos llamamientos para que no se lleven armas blancas, porque si se llevan es para usarlas. Da la sensación de que los jóvenes no saben qué es lo que se juegan cuando agreden con una navaja, y pueden matar a una persona", sostiene Tomás del Hierro, concejal del área. No obstante, el edil no considera que se esté produciendo un repunte de las ataques con arma blanca, sino que "han coincidido varias agresiones en el tiempo", interpretó Del Hierro.

Este ha sido un fin de semana "especial" con una mayor afluencia de personas en las calles de la villa por la celebración del Carnaval. A ello hay que sumar el hecho de que las agresiones se registraron de madrugada, cuando muchos jóvenes "suelen estar bajo la influencia del alcohol y tiran de lo que pueden", añadió el edil.

En el caso de la agresión de Rekalde, la discusión comenzó en el interior de una sala de juegos ubicada en la calle Gordoniz. Al parecer, en torno a la medianoche, entre el domingo y el lunes, el presunto agresor (de 34 años) se encontraba en el interior del local en compañía de su pareja cuando la víctima (de 39 años) entró al mismo "enfadada por que el Athletic había perdido".

Se desconoce cómo y por qué comenzó la discusión entre ambos. El hecho es que acabaron en el exterior del establecimiento y, tras varios escarceos, el presunto agresor se dirigió a su domicilio, ubicado también en la calle Gordoniz, y regresó al rato con un cuchillo jamonero. "Reacciones como esta no son normales. De todas formas, por mucho que instemos a la ciudadanía a que no lleven navajas, si después van a casa a buscarlas no solucionamos nada", matizó.

Según fuentes del Departamento de Seguridad del Gobierno vasco, el supuesto agresor lanzó varias puñaladas a la víctima, aunque solo llegó a alcanzarle en dos ocasiones, una en el pecho y otra en el abdomen, causándole heridas de gravedad. La víctima fue atendida en el lugar por los sanitarios y fue trasladado en una ambulancia medicalizada al hospital de Basurto; si bien, debido a la gravedad de las lesiones que presentaba, fue derivado al hospital de Cruces, donde al cierre de esta edición permanecía en estado grave, puesto que "había perdido mucha sangre", explicó el edil.

El supuesto autor de los hechos se dio a la fuga, pero fue identificado y localizado poco después por una patrulla de la Ertzaintza en las inmediaciones del lugar de los hechos. Según ha podido saber DEIA, en el momento de la detención el sospechoso presentaba restos de sangre en el rostro y las manos y portaba una porra extensible entre sus pertenencias. Asimismo, trató de deshacerse del cuchillo jamonero enterrándolo en un jardín de la calle Amboto. Para ello, clavó la hoja del arma en la tierra y golpeó el mango con el talón para acabar de hundirlo. A pesar de sus intentos, los agentes lograron recuperar el arma.

En cuanto a la trifulca protagonizada por dos grupos de jóvenes la madrugada del pasado domingo, la Ertzaintza arrestó a tres jóvenes de 21, 22 y 24 años por su participación en una pelea en la Alameda Mazarredo en la que se esgrimieron navajas. Otras dos personas de 19 y 26 años fueron imputadas por su implicación en los hechos. Uno de los detenidos y los dos imputados fueron atendidos por los sanitarios por golpes y cortes sufridos en la pelea. Además, el pasado sábado se produjo un delito de amenazas con arma blanca en La Casilla. Una mujer amenazó a otra con un cuchillo jamonero, al parecer, para evitar que le robara el móvil.

Guerra al navajero El Ayuntamiento no prevé intensificar la denominada guerra al navajero, ya que es "algo que llevamos tiempo haciendo, pero hacer controles es algo que sirve de poco en casos como el de Rekalde en el que el agresor fue a casa a por el cuchillo", apunta el edil. Esta campaña de cacheo a sospechosos de portar armas blancas se inició en enero de 2006 como consecuencia del homicidio de un taxista y el apuñalamiento mortal de un joven en Nochevieja. En los tres primeros meses, tras la instauración del operativo, se decomisaron 106 navajas y en total fueron 418 las armas blancas decomisadas ese año. La táctica municipal surtió efecto produciéndose un descenso de la presencia de armas blancas en las calles con 145 decomisos durante 2008. Sin embargo, 2010 volvió a encender los ánimos tras la agresión a una menor, a la que realizaron varios cortes con un cúter, en Rekalde; y, una agresión con una katana en la plaza de Unamuno. "Nosotros vamos a seguir con los dispositivos en colaboración con la Ertzaintza para que sucesos como estos no se vuelvan a repetir", sentencia.