Bilbao. Un día tenían un trabajo, una casa y una familia. Gente alrededor que les quería y les apoyaba. Sin embargo, la vida da muchas vueltas y un día se quedaron sin nada. Este drama afecta actualmente cada vez a más ciudadanos. Por eso ayer se concentraron en El Arenal de Bilbao dos centenares de personas para reivindicar los derechos de la gente sin hogar y su dignidad, su derecho a formar parte de la sociedad y no ser invisibles.

Convocados por la plataforma por la inclusión residencial Beste Bi y bajo el lema Porque son derechos, no regalos: nadie sin hogar los concentrados se taparon el rostro con caretas blancas y se unieron mediante un lazo. "Hubo un tiempo donde teníamos salud, para seguir luchando; donde había cariño a nuestro alrededor, valorábamos el tiempo y podíamos empatizar con el que lo pasaba mal", señalaron en un comunicado, leído por una persona sin techo, quien lamentó que por desgracia se sientan "rechazados, solos, tirados, sin apoyo; nos sentimos apartados".

llamamiento social "No existimos, a no ser que la muerte de uno de nosotros produzca morbo para ser comentada, como las de Luis y Ancizar esta última temporada. Si alguno de nosotros muere debajo de un puente, o si le han dado una paliza, entonces se crea una conmoción que dura uno o dos días, mientras tanto somos unos don Nadie", censuraron.

Una de las principales reivindicaciones que hicieron fue el papel que juegan en la sociedad. En este sentido, afirmaron tener un hueco donde sentirse útiles y no marginados. "Tenemos mucho que aportar a la sociedad, valores que compartir, cariño y todo el tiempo del mundo; tenemos mucha experiencia en apoyar a los demás, en escuchar, talento que puede venir bien a todos".

Por último, a pesar de vivir en un presente nada halagüeño, no quisieron perder la esperanza de poder revertir la situación algún día. "Queremos ser parte de esta sociedad y como tal que se nos escuche y entre todos hacer un mundo mejor", concluyeron.