BILBAO. El comercio vizcaino no está pasando por su mejor época. A la crisis -que ha azotado a este sector de manera virulenta- hay que añadirle, además, los conflictos laborales que no terminan de solucionarse. Los frentes abiertos son varios. Por un lado, piden que se respeten sus domingos y festivos porque son "suficientes" las 72 horas que los comercios bilbainos permanecen abiertos durante la semana. Por el otro, los trabajadores exigen que se firmen los convenios del comercio de Bizkaia -han rebajado sus reinvindicaciones iniciales y la última propuesta es equivalente al IPC más 0,5%. "No entendemos la postura de la empresa. La subida es asumible y en algunos casos se están haciendo los pagos a cuenta", comentan.

Ayer, los sindicatos ELA, LAB, CC.OO. y UGT volvieron a salir a la calle y se concentraron frente a varios comercios de Bilbao y en las escalinatas del Ayuntamiento para alzar la voz contra lo que consideran "injusto". "Estamos cada vez peor. No solo no llevamos desde 2007 sin firmar un convenio, sino que encima quieren que abramos en domingos y festivos", explica la representante de la sección del Comercio de ELA, Marije Fernández.

Guerra de horarios El pasado 18 de diciembre, cuatro comercios en Bilbao abrieron sus puertas y lo volverán hacer este domingo, 8 de enero; un hecho al que los sindicatos se oponen enérgicamente. Sin embargo, la apertura de los comercios en festivos cuenta con el respaldo del alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna. "Hay que acatar la ley que permite abrir ocho días festivos al año", asegura. A su vez, Azkuna lanzó ayer críticas sobre los que "se ponen fuera de la ley, algunos con unos métodos muy poco democráticos y muy pocos cívicos". En este sentido, el máximo responsable del Consistorio aseguró que "no es su decisión", sino que él "acata la ley y la ley dice que durante ocho festivos al año los comercios pueden abrir voluntariamente", de tal forma que el que "quiere abre y el que no quiere no abre", sentencia Azkuna.

En el otro lado, los sindicatos afirman sentirse molestos por la actitud y por las declaraciones vertidas por el alcalde. Los sindicatos acusan a Azkuna de "insultar" a varios trabajadores del comercio el pasado 18 de diciembre. Por este motivo, según explicaron ayer desde los sindicatos, hay quien valora la posibilidad de interponer una demanda contra el alcalde, aunque "no sabemos si las cursarán o no, pero lo están valorando". "Les llamó mafiosos. Nosotros en ningún momento faltamos el respeto a nadie", explican. "Los trabajadores no quieren trabajar los domingos y festivos, y los consumidores no demandan esa apertura a día de hoy, así como el pequeño comercio, que tampoco está por la apertura", comenta Fernández.

Este domingo, los sindicatos volverán a concentrarse frente a los comercios que abran sus puertas. "Si los pequeños comercios terminan abriendo, también lo harán las grandes centros comerciales, lo que dejará vacía la ciudad, como está pasando en Francia", dicen.

Lo mismo opinan desde la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, que aseguran que abrir en festivos no supone "ventajas para los clientes ni para los comerciantes". En asamblea, los miembros de esta asociación decidieron respetar los domingos como días de descanso. "No hay una razón que lo justifique. No hay ni demanda ni reporta beneficios; es más, abrir un domingo supone unos gastos fijos que en la mayoría de los casos no se recuperan. Lo que hace falta es que el consumidor tenga dinero, no más horas para comprar", concluye el gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Jon Aldeiturriaga.