bilbao. Si en octubre de este año, Bilbao descubría con orgullo su techo con la inauguración de su particular topline, la Torre Iberdrola, esta Navidad, la capital vizcaina dará un paso más para acercarse al nivel de las grandes cities mundiales con su particular pista de patinaje sobre hielo, La Casilla Iceland, que nada tendrá que envidiar a la famosa pista de Rockefeller Center en Nueva York.

El Ayuntamiento de Bilbao ha decidido elevar la apuesta de la oferta helada de navidades trasladándola de Botica Vieja, bajo el Puente Euskalduna, al Pabellón de Deportes de La Casilla donde ofrecerá un sinfín de actividades en torno a la pista de hielo. La experiencia será presentada el viernes por el propio Ayuntamiento para estrenarla el sábado día 3 y mantenerla abierta hasta el 15 de enero.

La nueva superficie tendrá un tamaño de casi 900 metros cuadrados -casi un 50% más que la de Botica Vieja que contaba con 600 metros cuadrados y un aforo para cien personas-, y estará acotada por una valla-mural de un metro de altura. Además, para garantizar la comodidad y disfrute de todos los asistentes, un grupo de monitores especializados se encargará de asesorar a los usuarios en la práctica del patinaje sobre hielo.

horarios y tarifas La ampliación de los horarios nocturnos y la programación de actividades de entretenimiento y exhibición son las principales novedades. La pista permanecerá abierta al público los laborables de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 22.00 horas. Los viernes, sábado y víspera de festivo, el horario será de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 01.00 horas.

En cuanto al aspecto económico, los precios de las entradas serán de 2,5 euros para los abonados a Bilbao Kirolak, de 3,5 euros para los niños no abonados y de 4,5 euros para los adultos no pertenecientes al instituto municipal de deportes. Es decir, las tarifas son las mismas que las del año anterior cuando el Consistorio redujo el coste un 2% para intentar animar a la gente a acudir a patinar. Además, incluyen el alquiler de los patines, además de ofrecer la opción de alquilar cascos para una mayor protección.

Aunque seguramente los típicos resbalones y moratones volverán a estar presentes entre los menos duchos al patinaje sobre una superficie tan deslizante. La Casilla Iceland es un plan perfecto para disfrutar de las fechas navideñas, ya sea acompañado de la familia o amigos y destinado a personas de todas las edades.

Sin duda, será una de las actividades estrella para estas navidades en la capital vizcaina. Impulsado por el Consistorio pretende ofrecer una alternativa de ocio diferente al resto de propuestas tradicionales que se dan en estas fechas. Además, esta modalidad permite cubrir las necesidades de actividades lúdicas de los menores, ya que cuentan con días festivos sin obligaciones escolares. En este sentido, cabe destacar, que el año pasado "entre un 40%y un 50%" de las personas que acudieron a la pista de hielo bilbaina fueron "niños que disfrutaron de su primera experiencia con el hielo", según informó el Consistorio tras finalizar la iniciativa en enero último.

La decisión de tirar la casa por la ventana viene avalada por los datos que maneja el Ayuntamiento de Bilbao ya que el respaldo a esta iniciativa va en aumento. En 2008, acudieron a la pista de hielo de Botica Vieja, 10.125 personas, -un 40% más que el año anterior-. El éxito está garantizado puesto que la pista de hielo estuvo abierta del 13 de diciembre al 6 de enero, un periodo sumamente inferior al de este año, ya que los vizcainos tendrán mes y medio más para acudir.

Por último, más allá de disfrutar de la intensa y emocionante experiencia que supone deslizarse sobre el hielo de una forma ociosa, en la pista bilbaina se programarán semanalmente actividades de exhibición tan espectaculares como el patinaje artístico o de exhibición y también se tratará de cerrar algún partido de hockey hielo entre clubs locales, sin duda una de las actividades deportivas más espectaculares que se pueden realizar sobre hielo. No es la primera vez que el Pabellón se convierte en pista de hielo. En octubre de 2006 el centro bilbaino acogió la representación del musical de Peter Pan.