Bilbao. "Si el Norte fuera el Sur, seríamos igual o tal vez un poco peor...", ya lo decía Ricardo Arjona en su canción Si el Norte fuera el Sur. Y es que, ¿qué sucedería si el denominado primer mundo despertase un día en la piel de sus vecinos del hemisferio Sur?
Por suerte hay gente en el mundo dispuesta a reducir esas diferencias. Trabajando por y para los que menos suerte han tenido en la vida simplemente por nacer un poco más abajo.
Con el objetivo de ofrecer un reconocimiento a todas estas personas, el Ayuntamiento de Bilbao, a través del Área de Igualdad, Cooperación y Ciudadanía, puso en marcha hace tres años los premios Norte-Sur que en su cuarta edición han sido para el misionero bilbaino Xabier Goicuria y el colegio Luis Briñas de Santutxu.
Promover la solidaridad con los países en vías de desarrollo y concienciar sobre la necesidad de colaboración, es lo que persiguen estos galardones. En definitiva "superar esa brecha Norte-Sur", tal y como señaló la concejala Nekane Alonso.
En esta misma línea se mostró Goicuria cuando recogió el galardón. "Este premio despierta nuestras conciencias, aunque tengamos nuestros problemas no nos olvidamos de los demás", indicó al mismo tiempo que reconoció no esperar "una ceremonia tan multitudinaria" lo que le hizo sentirse "avergonzado" al afirmar: "¿Qué he hecho yo de especial? El premio es para toda la gente".
Pues bien, la labor de este sacerdote y misionero bilbaino es infinitiva e incalculable. Xabier Goicuria, de 72 años, presidente de la fundación que lleva su nombre, ha impulsado numerosas iniciativas y proyectos en la República Democrática del Congo, concretamente en la ciudad de Likasi, en los 45 años que ha dedicado al país africano. Entre sus proyectos más emblemáticos está el centro para personas con minusvalías físicas Kilima Cha Kitumaini, la escuela primaria y de formación profesional St. Francois Xabier y la construcción del poblado Kabulumbu. "Quién sabe cuántos años de propina me dará el Señor, lo realmente importante es que la fundación continúe con la labor", valoró Goicuria que señaló que mira "a Euskadi, el Norte, para que entre todos podamos construir un mundo mejor".
labor educativa y social El CEP Luis Briñas recibió también un galardón en la primera edición de la modalidad que pretende premiar la solidaridad de las escuelas. El pasado curso, este centro situado en el barrio bilbaino de Santutxu, introdujo la herramienta Tertulias Dialógicas, con el objetivo de promover el diálogo y la reflexión a través de las interpretaciones que pueden surgir alrededor de un texto. Los miembros del jurado reconocieron el "gran esfuerzo" que el centro y el AMPA, quien gestiona el proyecto, "hace para trabajar la interculturalidad y la formación en valores". Asimismo, la directora del centro, María Teresa Artetxe mostró su agradecimiento por la recompensa que supone este premio al trabajo de integración que realizan. "Refuerza nuestro trabajo con los niños inmigrantes que se integran en nuestra sociedad", concluyó.