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Empresarios a contracorriente

En la actual coyuntura de crisis, paro e incertidumbre, los testimonios de aquellos que se atreven a emprender nuevos negocios adquieren una relevancia especial

Empresarios a contracorrienteJose Mari Martínez

Bilbao. Comenzar un negocio propio en estos tiempos aparenta ser una maniobra similar a nadar a contracorriente: las constantes malas nuevas económicas sobre la cercanía del precipicio y los numerosos ceses de negocios son capaces de sumergir en un pozo de incertidumbre a quienes, en época de bonanza, no hubieran dudado en dar el paso adelante y registrar una empresa con sello propio.

Entre la tormenta, los testimonios de quienes deciden dar la vuelta a la tortilla y entienden que las posibilidades de negocio existen, si se saben aprovechar los recursos, llaman la atención más si cabe que en periodo de calma. La intención de Peru y Amaya, matrimonio de empresarios bilbainos -ella con 16 años de experiencia en el sector hostelero-, pasa por expandir sus lazos empresariales mediante la apertura de un nuevo bar, muy cerca de donde tienen su actual comercio de alimentación. Todavía en plenas obras, el local será, a finales de este mes, un nuevo lugar donde dar refugio a los miles de hinchas del Athletic que se acercan cada dos fines de semana a San Mamés. "De algo hay que vivir", confiesan.

Alirón (así ha sido bautizado el futuro establecimiento) nace sin pretender engañar a nadie con su nombre. Según Peru, el público objetivo está claro: "Sobre todo, futboleros y estudiantes", asegura, en relación a la ubicación del local, en la calle Luis Briñas, muy cerca del estadio de fútbol y al lado de las instalaciones universitarias de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la UPV/EHU. Además, la proximidad de Termibus y la gran remodelación que sufrirá la zona en los próximos años, hacen confiar a la pareja en torno al éxito de su empresa. "Creemos que hay mercado", afirman.

A su favor tienen las estadísticas sobre el balance de aperturas y cierres de locales dedicados a la hostelería en Euskadi en el último año, que suponen el contrapunto optimista frente al resto del estado, ya que es la única comunidad autónoma donde, durante 2010, aumentó el número de bares y restaurantes. Según datos del INE, en Euskadi se registró un saldo positivo de 75 nuevos establecimientos. De su parte, también, los efectos colaterales del fútbol, que, según Peru, "suponen el 25% de la recaudación de los negocios de la zona". En su contra, las recientes manifestaciones de la Confederación Empresarial del Comercio en Bizkaia (Cecobi), que calificó el pasado la situación del comercio vizcaino como "angustiosa, preocupante y difícil", tras la publicación de los datos de consumo correspondientes al año 2010 que dejaban al comercio minorista en una caída del 3% respecto al periodo anterior.

Tan solo dos meses hace desde que Elena y Valerio inauguraron su tienda en el Casco Viejo bilbaino. Strange Love, en plena calle Somera, dedica sus estantes a ropa y todo tipo de fetiches con grandes influencias de la cultura popular, principalmente ochentera. Para ambos, de 28 y 27 años respectivamente, supone su primer contacto con el mundo empresarial, y en parte por eso prefieren ser prudente respecto a los posibles resultados. "Esperaremos hasta navidades para valorar si el negocio funciona realmente", anuncia ella. De momento, su periplo ha sido irregular, que no malo. Según Elena, "fue bien durante julio, aunque tras la segunda quincena de agosto se notó un bajón". Su comercio está dirigido, sobre todo, a gente joven capaz de reconocer, pero entender también como vintage, los productos culturales de la década de los 80 a los que refiere Strange Love. En cualquier caso, los dos jóvenes nuevos empresarios han sido, en todo momento, conscientes de la situación actual. Como reconoce Elena, abrir la tienda "ha sido todo un atrevimiento. Sabemos que las cosas estaban mal y cada vez están peor, pero somos optimistas".