Bilbao
YA que la bicicleta estática parece distar mucho de ser un medio de transporte eficaz, su inclusión en la celebración del día Bilbao sin mi coche 2011 responde más a una intención ilustrativa que a un ejemplo de buenas costumbres en materia de movilidad. Su ejercicio, susceptible de ser considerada como una antítesis de lo pragmático -pedalear para no avanzar nada no es apto para los fanáticos de la practicidad-, sirvió, pese a todo, como medio de concienciación en torno a los desplazamientos sostenibles que, junto con diversos actos celebrados en la calle Lutxana, sirvieron para poner el broche a la Semana Europea de la Movilidad en la capital vizcaina.
Si el objetivo era dar ejemplo, no podían faltar Asier Abaunza y Fernando González Vara, concejal de Circulación y Transporte del Ayuntamiento de Bilbao y director de Circulación, respectivamente. Al igual que decenas de bilbainos a lo largo de la mañana, dejaron su registro kilométrico en una competición entre ambos que se saldó con la victoria ajustada de González. Su marca, 2,4 kilómetros virtuales en 4 minutos de tiempo frente a los 2,3 que marcó Abaunza; muy lejos, en cualquier caso, del récord, que estaba fijado en ese momento en 3,3 kilómetros. El concejal reconoció después de la sudada haber llegado "poco entrenado" a la cita deportiva, aunque insistió en la importancia de "potenciar el transporte público y la red de bidegorris para fomentar la cultura de la movilidad sostenible tanto en jóvenes como en mayores". Además, Lutxana se llenó con otras opciones de ocio como una pequeña ciudad a escala para minibicis, un circuito para coches teledirigidos, un tablero de ajedrez gigante y un panel donde los más pequeños colgaron su particular percepción de la movilidad gracias a dibujos en torno al tema Tu paseo preferido por Bilbao.
El exjugador del Athletic Koldo Aguirre hizo de maestro de ceremonias y leyó un manifiesto que giró alrededor de la idea de unión entre actividad física, deporte y eficiencia a la hora de desplazarse. "Hoy soy suplente, pero como futbolista nunca lo fui", bromeó Aguirre sobre su condición de sustituto de Jose Ángel Iribar, quien iba a ser el encargado de leer el texto en un principio. Justo antes, un coro de Bilbao Musika compuesto por 12 jóvenes cantó un himno cuya letra presentaba un idílico Bilbao azul y carente de polución.