Bilbao
La polémica en torno al gaztetxe de Rekalde se prolonga varios meses en el tiempo. De ahí la necesidad de refrescar la memoria.
¿Qué es Kukutza?
Actividades socio culturales
El gaztetze de Kukutza se creó en 1998 cuando este colectivo social ocupó el inmueble de una antigua fábrica abandonada en el barrio bilbaino de Rekalde. Desde la ocupación de los 6.000 m2, el colectivo social Kukutza ha desarrollado múltiples actividades y talleres para el uso y disfrute de los vecinos de la zona, en particular, y para los ciudadanos de Bilbao, en general. A día de hoy, entre los servicios que oferta el gaztetxe para personas de todas las edades se encuentra la única escuela de circo de Bizkaia y un rocódromo que hace las delicias de los aficionados a la escalada.
Además, en sus instalaciones imparten clases de danza clásica, moderna y flamenco, entre otras. Dispone de un tatami para la práctica de artes marciales y de defensa personal, así como un teatro, una biblioteca y un local de ensayo para grupos musicales. Y muchas otras actividades, cursos y talleres que se han venido desarrollando gracias a la autogestión del propio gaztetxe. "En los 13 años de vida de Kukutza hemos realizado 300 veces más actividades socioculturales en y para el barrio de Rekalde que el Ayuntamiento", presume uno de sus miembros.
¿Qué ocurre?
El edificio y su propietario
El edificio pertenece a la empresa constructora Cabisa, afincada en Barakaldo. La firma adquirió la antigua fábrica en 1994. Dos años después, el terreno fue recalificado como suelo edificable. "Si se hubiera calificado como suelo equipamental en lugar de edificable, no nos veríamos hoy día en esta tesitura", explicaron a DEIA fuentes del gaztetxe.
El problema surgió cuando, el pasado mes de mayo, Cabisa solicitó al Ayuntamiento de la villa una licencia de derribo del edificio para la posterior construcción de un bloque de viviendas de lujo de seis alturas. Según explicó Ricardo Barkala, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Bilbao, "el margen de maniobra" municipal en esta operación "es prácticamente nulo". Y es que una vez que la promotora presentó todos los requisitos necesarios, el Ayuntamiento se vio obligado por ley a concederles la licencia de derribo. "Los propietarios quieren ejercer su derecho a edificar y cumplen todos los requisitos para la concesión de la licencia de derribo, por lo que sería ilegal retirarles el permiso", señalo Barkala. El Consistorio se declaró dispuesto a apoyar a Kukutza si alquilaba un nuevo edificio; por el contrario, los usuarios defendieron la idea de que su proyecto está unido a las características del propio edificio.
jurídico penal
Dos vías judiciales
Tras la concesión municipal del permiso de derribo, el colectivo social que forma Kukutza solicitó la revocación de la misma a través de la vía contencioso-administrativa, mediante la cual propusieron la detención cautelar del derribo. Al mismo tiempo, la empresa propietaria acudió a la Justicia para solicitar una orden de desalojo del edificio ocupado por el colectivo de Kukutza. El juez dictaminó que la ocupación del edificio era ilegal y el Juzgado de Instrucción número 6 de Bilbao remitió oficio a la Ertzaintza para ordenar su desalojo y "que adoptara las medidas necesarias para que el inmueble fuera ocupado y proteger los trabajos de derribo del citado pabellón que se llevarían a cabo inmediatamente", explicó ayer el consejero de Interior, Rodolfo Ares. Sin embargo, un recurso interpuesto por la Asociación de vecinos de Rekalde para evitar la demolición fue aceptado ayer in extremis por el Juzgado de Instrucción número 5, lo que supone que la licencia de derribo municipal está paralizada o en suspenso hasta su resolución, esta misma mañana, en un juicio rápido.