Bilbao. El principal problema de los más de 60 sin techo que residen en el Titanic (como denominan ellos al tanatorio de Basurto) es la falta de comida, el frío, la soledad y las pocas esperanzas de futuro. "Para acceder a los derechos más básicos como son la sanidad y la educación tienen que estar empadronados. Ahora mismo, empadronarse aquí es muy complicado cuando en realidad es un derecho", denunció Brígida Ridruejo, de la Asociación SOS Racismo.
Y es que, los requisitos que marca la Ley de Extranjería para regularizar la situación de un inmigrante pasan por demostrar su arraigo social en el país, con más de tres años de residencia en el mismo. Además, deben contar con una oferta de empleo y con un informe favorable de arraigo escrito por la trabajadora social que lleve su caso. "Esto supone que durante los tres años que pasan hasta que pueden demostrar su arraigo les pone en una situación de especial vulnerabilidad", aclaró. Aunque, según Ridruejo, existe un tipo de empadronamiento específico para inmigrantes indigentes que no les permite solicitar ayudas sociales, pero que tiene "gran importancia", ya que es la "forma más fácil" de demostrar el tiempo que llevan en el país. "De lo contrario, pueden estar aquí 20 años y no poder demostrar su arraigo social ni tener acceso a sus derechos básicos", comentó la activista.
Sueños rotos A pesar de los esfuerzos de asociaciones como SOS Racismo ayudar a estas personas, se enfrentan a la actual Ley de Extranjería, "Es una ley cruel e inhumana", sentencia Ridruejo. Según esta asociación, "esta ley tiene unas condiciones que llevan a las personas inmigrantes a estar en una situación irregular, es la propia ley la que hace ilegales a estas personas. No les da acceso a sus derechos básicos ni normaliza la regularización de permisos de residencia", matizó. "Todas estas personas llegaron aquí con un proyecto migratorio y aquí se chocaron con la realidad, con la dificultad de regular su situación", expresó. "Tampoco antes la gente emigraba con un contrato de trabajo. Los flujos migratorios se producen porque los inmigrantes saben que un familiar o conocido está en esa zona o ciudad y van allí", sentencia Ridruejo. El problema según la cooperante es que se ha reducido la posibilidad de venir con un contrato, un permiso de trabajo o con cualquier otro tipo de permiso. Según Ridruejo, esa es precisamente la situación de los 44 indigentes detenidos ayer en la operación de la que iba a ser la morgue de Basurto.