Bilbao

Pensaron que esa calle tan viva y llena de tráfico podía albergar algunas obras de arte como si de una galería o un museo se tratara. Se pusieron manos a la obra, hicieron la propuesta a cinco creadores e imprimieron sus diseños en murales de seis metros de largo por dos de alto que colocaron en el muro situado frente al portal número 35.

Dicen que los vecinos de la calle Bailén se asoman a la ventana con otra alegría y que algunos transeúntes se preguntan qué significan exactamente esos murales panorámicos que poco tienen que ver con los carteles publicitarios a los que están acostumbrados.

Llevaban tres meses decorando la calle en blanco y negro, pero sus promotores, un grupo de empresas y artistas vinculados a la actividad sociocultural de la zona, han decidido cambiarlos por otros y darle a ese muro envejecido un toque de color. DK muralismo, SC Gallery y Galería Garabat cuentan para este proyecto con el respaldo de la Oficina del Plan Especial de Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala, y desean que este cambio de vestuario de la calle sea sólo el principio de una proyecto más ambicioso.

Otros formatos Desde ayer pueden verse tres grandes imágenes en color más dos en blanco y negro, creadas por Nadia Barkate, Higinia, Jokeremon, Anna Taratiel y Recyclab 36. "La intención es que el proyecto crezca, que aumente tanto su periodicidad como la envergadura y calidad de los montajes. No queremos limitarnos a un formato determinado, sino acoger diferentes iniciativas artísticas", explica Sergio García, de SC Gallery.

Entre sus proyectos de futuro está el de mejorar la calidad de la superficie del muro de Bailén instalando un tabique flotante e iluminación. También les gustaría colocar iluminación, aunque el verdadero deseo es el de ampliar los espacios expositivos, ocupando por ejemplo la pared del Centro cívico en la plaza Corazón de María cuando concluya su reforma arquitectónica. "Este enclave se presta especialmente a la realización de intervenciones en directo. No sólo se trata de colocar una pieza sino de mostrar a la gente cómo se realiza", explica Sergio García.

Para los promotores de esta segunda fase de Panoramia, la exposición de obras en la calle adquiere múltiples significados. La calle es el espacio donde adquirimos información y conocimiento sobre la actualidad, un lugar de intercambio y de movimiento continuo. "La calle como espacio de debate es un fundamento de la sociedad democrática", defienden.

Por eso Kepa Peñil (Jokeremon), uno de los artistas que participa en esta segunda edición, ha decidido que su mural establezca una continuidad con el espacio público. "Cuando me propusieron participar me acordé de una fotografía que había sacado en Nueva York y pensé que sería buena idea utilizarla. La fotografía refleja el movimiento de la gente en la calle y yo he querido transformar un poco esa realidad cotidiana incluyendo algunos seres inventados", explica.

Los rostros de los transeúntes se transforman en monigotes "pícaros, maliciosos pero a la vez un tanto infantiles", expresa el artista. Las propuestas son muy variadas. Desde la ciudad irreal que imagina Jokeremon hasta los dibujos más abstractos de Higinia.

"Los murales cumplen también una función pedagógica, porque mucha gente se aproxima a creaciones artísticas que de otra forma nunca vería", defiende Bada, uno de los promotores de Panoramia. Frente a la cultura urbana a veces cercana a la ilegalidad, como la creación de grafitis, los murales situados en la calle Bailén forman parte del proceso de rehabilitación del barrio de San Francisco. "El barrio se ha constituido en una referencia para el resto de la ciudad con un movimiento incipiente de nuevas galerías, tiendas de moda, estudios de arquitectura, empresas de diseño, muralismo, reciclaje, restaurantes, etc.", aseguran los responsables del nuevo look de la calle Bailén.

En esta ocasión han contado con autores de Bilbao, Getxo, Barcelona y París. "Queremos abrirnos a la comunicación con artistas de cualquier procedencia. La realidad multicultural del barrio debe tener su reflejo en este proyecto", afirman. Para la tercera fase no descartan abrir una convocatoria pública para todo aquél que quiera participar no sólo con la creación de murales, sino de escultura, pintura o cualquier otro tipo de instalación.