Síguenos en redes sociales:

El hospital de Basurto renueva su imagen

El centro sanitario construye el último pabellón de su plan de remodelación, que duplicará el espacio para quirófanos El edificio tendrá seis plantas, un hospital de día de Oftalmología y otro quirúrgico

El hospital de Basurto renueva su imagenFoto: Oskar Martínez

Bilbao. El hospital de Basurto culminará en un año la ampliación de servicios más importante que ha acometido en su centenaria vida. Con casi dos años de retraso, las dependencias sanitarias con más tradición de Bizkaia cerrarán un plan de remodelación que va a suponer duplicar la superficie de quirófanos, con la consiguiente reducción en las listas de espera; el aumento de casi un centenar de camas, hasta superar las 750 en total; la construcción de dos pabellones de nueva planta, y la ampliación de servicios en otros cuatro.

Los visitantes y enfermos que pasean por los jardines del centro comparten espacio desde primeros de año con el último pabellón que se va a construir y que será el colofón al II Plan Director de Remodelación, cuya inversión final superará los 40 millones.

El nuevo edificio en construcción sustituye al bloque que albergaba los antiguos laboratorios médicos y forma parte de los servicios del Pabellón Areilza. Se levanta en el mismo solar, justo detrás de la capilla también reconstruida a principios de la década pasada, y su superficie en servicio sumará 5.000 metros cuadrados.

El nuevo bloque se atiene al estilo arquitectónico tradicional del hospital de Basurto y en sus seis plantas -dos subterráneas, una a ras de suelo y tres alturas-, acogerá nuevos servicios; en concreto, un hospital de día oftalmológico y otro quirúrgico, una unidad de cuidados postoperatorios intermedios y otra de cuidados críticos. La estructura del edificio ya ha llegado a su última altura y cuando entre en servicio sumará 104 camas en total, 16 de ellas de las denominadas sillones-cama para atender a los pacientes con dolencias oculares y que no requieren un reposo al uso.

La creación del nuevo edificio entra dentro del mismo presupuesto que la ampliación del bloque quirúrgico -la batería de estancias subterráneas ubicadas bajo la plaza central del hospital- que sumará siete nuevos quirófanos. El incremento de este espacio oculto permitirá duplicar la capacidad de operaciones de la plantilla de cirujanos. Así, pasará de los seis actuales a 13 en total, y albergará todas las intervenciones que se efectúen en el centro sanitario. Tan sólo habrá dos excepciones, las intervenciones especiales de Neurocirugía y las de Traumatología, que se efectúan en el Pabellón Makua.

El incremento de quirófanos implicará reducir la lista de espera de operaciones, cada vez con mayor demanda. El núcleo de la actividad operatoria además estará finalmente conectado con todos los pabellones, ya que se ha concluido la red de galerías subterráneas necesaria para ello tras horadarse el último túnel que restaba con el pabellón Iturrizar. El coste de esta galería ha sido de 1,2 millones, mientras que la ampliación del bloque quirúrgico y la creación del pabellón tras la capilla supondrá una inversión de casi 15 millones de euros.

Bajo tierra y con unas grandes paredes de hormigón se está construyendo también la estancia que incorporará el tercer acelerador lineal del hospital bilbaino. La gran máquina que trata los tumores cancerígenos se ubicará en el pequeño pabellón San Vicente, al lado del edificio de entrada principal, y sustituirá a la vieja bomba de cobalto ya retirada. Para evitar problemas de escape, además de los gruesos muros, el acceso de pacientes y personal sanitario será a través de un pequeño laberinto. El acelerador supondrá que Basurto pueda alcanzar casi los 1.500 tratamientos de radioterapia al año, 350 de los cuales acogerá el nuevo instrumental. La escasez prevista de pacientes tratados se justifica en que la radiación que ofrecerá el tercer acelerador será a la carta, adaptándose a los pacientes, con sesiones menos intensas y más prolongadas en el tiempo de forma que los efectos secundarios alrededor del tumor a tratar sean mínimos. La previsión es que en otoño concluyan las obras, para después tardar tres meses en probar y calibrar el acelerador de forma que se pueda usar en diciembre.

Otras obras integradas en el II Plan de Remodelación, y ya concluidas, son la ampliación en una nueva planta del pabellón Makua que atiende las Urgencias del centro, la reforma del segundo piso del pabellón de Psiquiatría con 22 camas nuevas y más áreas de apoyo y la construcción de un gimnasio de rehabilitación en el pabellón Ampuero.