Bilbao. El Ayuntamiento de Bilbao ha llegado a un acuerdo con Bizitegi y otros colectivos sociales, gracias al cual no se abrirá el polémico centro de día previsto en Txurdinaga y que durante los últimos meses ha movilizado a los vecinos del barrio.
El enfrentamiento entre la asociación vecinal y el Consistorio, por una parte, y la ONG por otra, comenzó en octubre, cuando Bizitegi planteó su intención de inaugurar un centro en el distrito para acoger a personas en riesgo de exclusión social. Tras varios meses de tiras y aflojas entre las tres partes, ayer se celebró una reunión entre Ayuntamiento y colectivos sociales en la que se ha desactivado el conflicto con cinco puntos concretos.
El primero, y decisivo, es que se detiene el traslado del centro de día Onartu, el cual continuará en el barrio de Rekalde tras las mejoras y refuerzos pertinentes en las instalaciones. "Estamos dispuestos a parar la apertura del centro", explicó el gerente de Bizitegi, Aitor Gazteluiturri. En su lugar, el Consistorio de Bilbao se compromete a dar cobertura, de forma digna, a las personas sin hogar y en riesgo de exclusión social desde los servicios municipales ya existentes en la ciudad. "Ya ha comenzado la introducción de mejoras en estos servicios", aseguró Ricardo Barkala, concejal de Acción Social.
Otro acuerdo es crear en febrero una mesa formada por técnicos del Ayuntamiento, de la ONG, de la Diputación y de la Red Europea de lucha contra la pobreza de Euskadi. Su objetivo es crear en un plazo de cinco meses un estudio de los recursos que posee Bilbao en el marco de la Ley de Servicios Sociales para así aportar una propuesta de centro para la atención a las personas sin hogar. El concejal defiende que el municipio está "sobresaturado" de estos servicios.
Al mismo tiempo, y como tercer punto, se buscará una actividad de carácter social al local rehabilitado en Txurdinaga. Será una tarea "que no moleste a los vecinos", según Barkala, y que rentabilice la inversión realizada en establecimiento. De momento la actividad no fue definida ayer ni por el Ayuntamiento, ni por la ONG. En cuarto lugar, se consensuará entre Bizitegi y el Consistorio un protocolo de actuación para la implantación de servicios sociales en el futuro y que así no vuelva a reproducirse un conflicto como el sufrido en Txurdinaga. El quinto punto se centra en plasmar por escrito de la resolución tomada ayer. El documento dará a conocer a los partidos políticos y a los vecinos de Txurdinaga las decisiones tomadas para que estén "tranquilos", comentó Barkala.
Tras la reunión, ambas partes mantienen una postura "calmada" y una impresión "positiva" sobre los acuerdos alcanzados. "Ahora, llega un periodo de impasse en el que debemos trabajar en las propuesta", aseguraron en Bizitegi. Asimismo, Barkala confirmó que "así, se recupera el clima de calma y se restablece la relación con el tercer sector, que se estaba deteriorando".