BILBAO. Los trabajadores de la clínica San Francisco Javier no se van a quedar de brazos cruzados. Hasta el 27 de noviembre, fecha prevista para el cierre del emblemático centro hospitalario, en el que han nacido muchos bilbainos, protagonizarán diferentes movilizaciones e incluso han solicitado una entrevista con el alcalde, Iñaki Azkuna, para tener un respaldo mayor. Hoy realizan nuevas concentraciones de protesta ante la clínica y ante Mapfre.
El problema que se plantea es por partida doble, según los trabajadores. Por un lado, el conflicto laboral, y por otro, la asistencia de los enfermos. No hay que olvidar que la clínica San Francisco Javier atiende una media de 35.000 pacientes y cuenta con 150 trabajadores que serían despedidos. Por eso, ayer aseguraron que intentarán "involucrar a todo Bilbao" para evitar el cierre del centro, así como el despido de los empleados.
Los trabajadores se concentraron ayer a mediodía ante la sede de la aseguradora Mapfre, propietaria del centro, para mostrar su rechazo a la decisión "unilateral" de cesar en sus actividades y "proceder al despido de toda su plantilla sin ningún tipo de negociación".
"Estamos intentando que no se cierre el hospital, porque no aceptamos que se clausure cuando es una clínica que tiene actividad y va a dejar en la calle a 150 personas que tienen familia", aseguró una portavoz de los trabajadores.
A su juicio, el cierre resulta "inexplicable" y sugirió que, en este asunto, hay "trampa" porque "han metido mucho dinero, lo han renovado por dentro, la zona de ginecología y paritorio es totalmente nueva, y ha habido gestión de nuevas camas". "Ésta es una clínica emblemática en todo Bilbao porque la mitad de los bilbaínos ha nacido ahí. No vamos a tirar la toalla", advirtió.
Otra trabajadora, Miren Josune Amestoi, recordó que "llevo trabajando en el centro 27 años y nos resistimos a creer que se vaya a cerrar. No han sabido negociar con el IMQ. Estamos tocando todas las puertas para que no cese la actividad, confiando en que alguien asuma la gestión del centro". Miren Josune desconfía del futuro la clínica San Francisco Javier. "No es normal que un centro con unas buenas instalaciones, como es el caso, se cierre cuando lo que necesita Osakidetza son más camas y va a prescindir de 70 que ya están en activo. Es muy raro".
Los empleados se reunirán el próximo lunes en asamblea para adoptar nuevas medidas de presión, entre las que barajan una posible manifestación el martes, día 17 de noviembre. Además, tienen previsto pedir una entrevista al alcalde de la capital vizcaina, Iñaki Azkuna, para solicitar su apoyo.
Los trabajadores repetirán hoy las concentraciones que realizaron ayer. El comité de empresa de la clínica ha convocado estas movilizaciones y tiene previsto que continúen los próximos días para lo que pide apoyo a los bilbainos, en particular a los asegurados del Igualatorio Médico Quirúrgico. Los motivos que aduce Mapfre para cerrar el centro son económicos. Se han producido pérdidas acumuladas que han hecho muy complicado a la entidad continuar con el hospital.
Lo que empezó siendo un ambulatorio de las josefinas, congregación de las Hijas de San José, se convirtió en un moderno complejo hospitalario. Mapfre lo compró en 2005 y desde entonces había realizado algunos cambios para modernizar sus instalaciones. Este proceso supuso una inversión importante que tuvo y tiene sus consecuencias económicas.