La resiliencia, marca registrada del Surne Bilbao Basket campeón
La capacidad para sobreponerse a situaciones adversas ha sido fundamental en el éxito continental del gran dominador de la FIBA Europe Cup
El diccionario define resiliencia como la capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos. Atendiendo a esto, la definición podría ilustrase sin ningún problema con cualquier instantánea de las últimas tres eliminatorias que el Surne Bilbao Basket ha tenido que afrontar para coronarse campeón de la FIBA Europe Cup. Por eso Jaume Ponsarnau, en pleno éxtasis de las celebraciones, puso muy en valor esa cualidad a la hora de explicar la histórica gesta.
Tanto él como su cuerpo técnico han tenido la capacidad de mentalizar a sus jugadores para hacerles ver que eran capaces de sobreponerse a situaciones que parecían límite y estos la virtud de interiorizar el mensaje y creer en él a pies juntillas. Que esa correa de transmisión no se rompiera ni en los momentos más complicados explica gran parte de las escenas de celebración vividas en Salónica.
Eliminatorias
En pleno final feliz, eran los jugadores quienes el miércoles ponían más en valor el hecho de haber coronado de manera triunfal una singladura continental larguísima, de exactamente siete meses, y que ya arrancó con dos citas de absoluta exigencia al tener que jugar la ronda previa ante el Neptunas lituano. Pero ha sido en estas tres últimas eliminatorias cuando el Surne Bilbao Basket ha hecho de esa resiliencia su forma de vida.
En los cuartos de final ante el Tofas Bursa, probablemente el conjunto con mayor calidad individual de la competición, ganó la ida en Miribilla por 12 puntos, pero en la vuelta llegó a verse 19 abajo a menos de ocho minutos del final para, finalmente, escaparse incluso de la prórroga con un triplazo de casi ocho metros sobre la bocina final de Muhammad-Ali Abdur-Rahkman. Pero lo gordo llegó en semifinales, en las que hubo que masticar un -19 en la primera cita en Dijon, además de las lesiones de Tryggvi Hlinason y Marvin Jones, y un segundo partido en el que el marcador solo se rompió al final. Con el 69-66 a 5:09 del final, sobraban dedos de una mano para contar a aquellos que confiaban en la voltereta. No en el equipo, que respondió a ese momento que apuntaba a K.O. con un estratosférico 28-2.
¡Y qué decir de lo del miércoles! Afrontar una final en un escenario tan volcánico y hostil como el Palataki requiere una coraza mental superlativa y un brutal control de las emociones. El conjunto vizcaino, tras el +7, de la ida, supo encontrar acierto y personalidad cuando más falta hacía, cuando el 77-67 a tres minutos del final hizo temer que el sueño podía escurrirse entre los dedos. Harald Frey, decisivo su paso al frente con su dos más uno y su triple, y el MVP Melwin Pantzar certificaron que la gloria pertenecía por pleno derecho a los hombres de negro.
Estructura
Con diez victorias en otros tantos encuentros en el Bilbao Arena y la dificultad añadida de no poder competir nunca con su estructura habitual en la Liga Endesa al tener que contar con cinco cupos de formación en cada partido, el Surne Bilbao Basket ha conquistado la FIBA Europe Cup en su segunda participación en el torneo. Y lo ha hecho por el camino más largo y rozando el precipicio en varias de las curvas finales. La resiliencia del Surne Bilbao Basket gana títulos.