Sam Dekker se ha quedado en menos de lo que apuntaba cuando llegó a la NBA con una buena fama universitaria y elegido como número 18 del draft en 2015 por los Houston Rockets, pero aún está a tiempo a sus 30 años y 2,06 metros de añadir a su carrera unas buenas temporadas en el baloncesto europeo. Desde luego, se antoja un temporero de lujo para el Joventut, que ante las bajas en la posición de cuatro de Kaiser Gates, Miguel Allen y Michel Ruzic ha firmado por un mes al exjugador de los Badgers de la Universidad de Wisconsin, donde coincidió con otros jugadores conocidos como Frank Kaminsky, Nigel Hayes-Davis, Ethan Happ o Vitto Brown y llegó hasta el partido por el título en la Final Four de 2015 en la que cayeron de forma ajustada ante Duke.

Dekker quiere aportar lo máximo que pueda en este escaso tiempo y ver qué oportunidades le ofrece el mercado después, bien sea en la misma Penya o en otro equipo. El estadounidense, al poco de llegar a Badalona, debutó el pasado miércoles en la Eurocup y ya dejó acciones decisivas para vencer al Buducnost. Calidad no le falta, aunque sus cualidades apenas le convirtieron en uno más en la NBA donde en cinco temporadas y durante 201 partidos no pasó de ser un jugador de rotación, con topes de 18 minutos de media y poco más de seis puntos por partido en Houston, Clippers, Cleveland, Washington y Toronto. En la ciudad canadiense jugó un solo partido en un último intento por volver a la NBA antes de ser cortado y reemprender su aventura europea.

El Lokomotiv Kuban, cuando los clubes rusos aún podían competir con normalidad, fue su primera etapa fuera de Estados Unidos y después llegó a Turquía para jugar primero en el Turk Telekom y después en el Bahcesehir. En las dos últimas temporadas, Sam Dekker militó en el London Lions, ese proyecto con aires de grandeza y deseos de abrirse hueco en Londres que ha durado poco por razones económicas. El ala-pívot estadounidense tuvo un papel destacado en la Eurocup, sobre todo en su primera temporada en la que fue elegido en el segundo mejor quinteto con promedios de 18,2 puntos y 5,6 rebotes.

La bajada de presupuesto del Lions, que tuvo que ser rescatado por los propietarios del Zalgiris, dejó a Dekker, pese a sus buenas prestaciones, sin equipo y ahora el Joventut lo ha devuelto al primer plano, en la mejor liga de Europa y con un contrato poco habitual para el rango del jugador. “Es versátil, un defensor sólido que ayuda en el rebote y con capacidad para anotar de tres puntos”, lo definió el club verdinegro cuando anunció su fichaje. El jugador, por su parte, se ha mostrado encantado de incorporarse “a un club con tanta historia y que tiene tanto apoyo alrededor”.

El Bilbao Basket tendrá que estar atento a la energía de Sam Dekker ya que es un jugador que se estrena en la Liga Endesa y querrá aprovechar cada minuto que esté en la cancha y también a su capacidad para conectar con el juego interior y con los generadores de juego, a los que puede liberar de la responsabilidad de tener que anotar también.