BASKONIA: Forrest (6), Luwawu-Cabarrot (18), Sedekerskis (10, Ndiaye (5), Hall (7) -cinco inicial- Raieste (7), Howard (11), Rogkavopoulos (2), Diop (4), Baldwin (11).
SURNE BILBAO BASKET: Frey (9), Abdur-Rakhman (7), Dragic (8), Gielo (5), Hlinason (6) -cinco inicial- Domínguez (7), De Ridder (10), Jones (2), Pantzar (3), Rabaseda (0), Sylla (0), Kullamae (15).
Parciales: 23-24, 45-37 (descanso), 61-59 y 81-72.
Árbitros: García González, Manuel y Sánchez Mohedas. Sin eliminados.
Incidencias: Lleno en el Poñideportivo de Azpeitia para la final de la Euskal Kopa.
El Baskonia volvió a imponerse al Bilbao Basket en la Euskal Kopa después del paréntesis del año pasado en un partido que se decidió en los últimos cinco minutos en los que se entró con ventaja mínima de los hombres de negro. Pero la calidad individual de los exteriores del equipo gasteiztarra y la solidez que aportó en la pintura Donta Hall fueron determinantes para que el Bilbao Basket sumara su segunda derrota seguida ante sendos conjuntos de Euroliga. Ha estado cerca de ambos, pero le ha faltado ese plus que distingue a los mejores del continente.
El primer cuarto tuvo un ritmo muy alto, en el que el Bilbao Basket se vio cómodo hasta alcanzar una ventaja de 8-13 gracias a un triple de Dragic. Las acciones individuales del exNBA Luwawu-Cabarrot, con diez puntos en apenas siete minutos, engordaban el marcador del Baskonia, que añadió físico con la entrada en cancha de Baldwin y Diop para poner en apuros al ataque de los hombres de negro, que empezaron a perder balones y tener dificultades para sumar, aunque aún pudieron cerrar con ventaja el primer parcial.
Para entonces, Sylla ya había tenido su primera aparición con la camiseta bilbaina y Kullamae era el único recurso ofensivo de un equipo que siguió perdiendo posesiones en errores no forzados, justo cuando apareció en el partido Howard, que con ocho puntos de los suyos estiró la ventaja baskonista y obligó a Jaume Ponsarnau a parar el partido con 35-28. Los problemas no desaparecieron y el Bilbao Basket alcanzó casi los cinco minutos sin anotar hasta que Pantzar rompió la mala dinámica y cortó un parcial de 12-0 que complicaba mucho las cosas al conjunto vizcaíno, necesitado de recuperar la dureza tras el descanso.
Así ocurrió en un tercer cuarto en el que las revoluciones bajaron y eso le vino bien al Bilbao Basket para cuidar mejor el balón y recuperar el hilo del choque gracias a un excelente aportación de Frey. Con Pantzar protegido por un golpazo en el costado que se dio antes del descanso, el base noruego dirigió el juego sin descanso para encontrar a Hlinason bajo el aro y luego para producir por el perímetro. Un triple de Gielo cerró un parcial de 0-9 que devolvió la ventaja al Bilbao Basket, que de nuevo se veía capaz de imponerse a un rival superior libra por libra.
UNA MARCHA MÁS
El Baskonia logró rehacerse, pero cinco puntos de Domínguez y un par de canastas de Kullamae pusieron de nuevo a los bilbainos por delante (67-68) a 4.27 del final. En ese momento, las ideas ofensivas se nublaron de nuevo que en las dudas de buscar a los pívots en las continuaciones o ir al aro se quedaron en el medio camino que protegía Hall y las pérdidas de balón dieron la oportunidad al Baskonia de sentenciar con un parcial de 8-0 fabricado con la capacidad de desborde de sus jugadores de perímetro y varias canastas de mucha calidad.
Los hombres de negro se colocaron a cinco puntos (75-70) a dos minutos del final, pero su energía ya no era la misma y el equipo de un intenso Pablo Laso se sacó la espina de la abultada derrota que sufrieron la semana pasada ante el Unicaja. Porque un conjunto con esas aspiraciones no puede permitirse aflojar en su ambición ni en pretemporada y menos en un derbi. Por su parte, el Bilbao Basket tiene otros objetivos y, de momento, marcha con el ritmo adecuado hacia ellos. Ayer varios jugadores siguieron buscando su sitio y de nuevo nadie jugó más de 22 minutos para controlar unos esfuerzos que habrá que gastar en la última semana de septiembre, que puede ser clave en la temporada.