La competición pondrá a cada cual en su sitio, pero invitó al optimismo el inicio de pretemporada del Surne Bilbao Basket. No solo por la ilusión que desprendieron los gestos y las palabras de los citados ayer en Artxanda, sino porque los hombres de negro arrancaron la preparación con dieciséis jugadores entre viejos conocidos, las siete novedades y jóvenes meritorios que quieren demostrar sus capacidades. Faltaron Marvin Jones, que llegó ayer por la mañana a Loiu, y Amar Sylla, que lo hará pronto. Entre todos ellos estaban Bassala Bagayoko, aunque el maliense no puede hacer aún trabajo grupal, y Carlos Taboada, pívot gallego de 21 años y 2,13, internacional con las selecciones formativas de España y que jugará cedido en el Zornotza. Además, Jaume Ponsarnau cuenta con una nutrida nómina de ayudantes y asistentes que transmite que las cosas van mejorando, al menos en las condiciones y recursos que debe manejar en su día a día un equipo del máximo nivel.

Ponsarnau saluda a Frey y Abdur-Rakhman, dos de las novedades, mientras Pantzar se ejercita en el gimnasio de Artxanda.

Los jugadores alternaron trabajo en la cancha y en el gimnasio en la primera jornada de una fase que, como reconocieron el entrenador y el capitán Xavi Rabaseda, debe llevar al equipo en las mejores condiciones posibles a la última semana de septiembre en la que se concentran la previa de la FIBA Europe Cup y el arranque de la Liga Endesa. “Creo en lo que tenemos entre manos, malo sería lo contrario”, aseguró Ponsarnau. “La temporada pasada teníamos alguna individualidad más especial, pero este año podemos jugar mejor como equipo y atacar y defender mejor”, añadió el técnico, que quiere grabar a fuego en su plantilla ese concepto de trabajo en equipo desde el primer día de la pretemporada. Por eso, no quiso poner objetivos ya que “el trabajo colectivo será lo que marque nuestro nivel de juego y competitivo”. “Ahora todos los equipos estamos igual, no nos van a faltar jugadores, por lo que el trabajo que hagamos en estas semanas tiene que salir a la perfección porque lo prioritario es esa primera semana de competición oficial”, explicó Ponsarnau.

la unión tiene que hacer la fuerza

Pese a las muchas novedades en la plantilla, Jaume Ponsarnau consideró importante que se mantenga un jugador en cada posición con Pantzar, Kullamae, Rabaseda, De Ridder y Hlinason “para conocer las bases y buscar que los nuevos se integren en ellas lo más rápido posible y saquemos sus virtudes y se adapten. Aunque sí es verdad que en muchos aspectos tenemos que empezar de cero”. La idea es “jugar juntos y que ese juntos signifique hacerlo con la mayor gente posible”. El técnico de Tárrega admitió que este verano “ha sido exigente en el mercado porque muchos clubes han gastado mucho dinero, no solo en nuestra liga”, pero comentó que el Bilbao Basket “ha resuelto las dificultades de una manera que nos ilusiona a todos”.

Compacto y compensado

Rabaseda expresó sus sensaciones de que el equipo que ha armado el club este verano es “más compacto y compensado” que el del pasado curso. “Tuvimos muchos destellos individuales, pero nos faltó consistencia en algunos momentos, competir mejor”, aseguró el alero catalán, que se ha encontrado con que es el jugador más veterano del equipo, “algo que nunca me había pasado”. Ahora se trata de poner todo eso en orden, “hacer un vestuario fuerte para que vayamos todos a una” porque “los rivales se han reforzado muy bien, al menos con nombres potentes. Intentaremos estar lo más arriba posible, pero somos el Bilbao Basket, tenemos el presupuesto que tenemos y vamos a luchar por lo máximo siendo conscientes de que va a costar”.