El Surne Bilbao Basket afrontará este miércoles su segunda oportunidad para garantizar su presencia en los cuartos de final de la FIBA Europe Cup tras no aprovechar la pasada semana la primera en Gottingen, donde sufrió su primera derrota continental del curso. Visita el Bilbao Arena (20.00 horas) el Oporto, conjunto que encabeza el Grupo K junto a los de Jaume Ponsarnau con un balance de 3-1, siendo su única derrota la cosechada en su cancha contra los ‘hombres de negro’ (72-75).

Se trata de una contienda de gran importancia, ya que de resolverse de manera positiva sellaría el billete para la siguiente fase pero una derrota podría complicar el camino continental y llevar la resolución del Grupo K a un triple empate entre el conjunto vizcaino, el alemán y el portugués, todos menos el Balkan Botevgrad, teniendo que recurrir al ‘average’ para establecer la identidad del que se quede en el camino.

El dirigido por Fernando Sá ha sido, probablemente, el conjunto más sólido que el Surne Bilbao Basket se ha encontrado en la presente FIBA Europe Cup, con un fiable y peligroso núcleo formado por los estadounidenses Anthony Barber, Cleveland Melvin, Phil Fayne (ausente en el duelo de la primera vuelta), Aaron Harrison y Tanner Omlid, muy peligrosos en ataque, el veterano base holandés Charlon Kloof y el interior luso Miguel Queiroz. En su competición doméstica marchan líderes con un gran balance de 12-1 y el pasado sábado certificaron su presencia en la fase final de la Copa con una inapelable victoria contra el Portimonense (79-56).

INDIVIDUALIDADES

Al hablar de la cita contra los portugueses, Ponsarnau reconoció su “gran importancia porque nos permite depender de nosotros mismos. Es un rival con jugadores muy buenos y una propuesta difícil que a veces te confunde. En defensa propone cosas para confundirte y en ataque tiene jugadores de muy buen uno contra uno, casi de perfil Euroliga”. En ese sentido, destacó la capacidad de “fabricarse muchos puntos” de Melvin en la posición de ala-pívot, las “perforadoras” exteriores Kloof y Barber, la calidad de Harrison “y los interiores acompañan, con un jugador muy experto como Queiroz”.

El técnico catalán hizo una lectura muy positiva de la solidez de su equipo en los momentos calientes para salir victorioso ante el Casademont Zaragoza. “Estamos dando pasos adelante en ese sentido. Estamos utilizando la formula de acabar con dos bases, no tener que depender tanto de Smith, que el otro día metió un tiro importante, fue importante meter los tiros libres y no cometer pérdidas…Tuvimos momentos para rematar, ellos se acercaron tirando de talento y ahí estuvimos bien. A pesar de ello, nos falta algo de solidez en los 40 minutos. A ver si vamos encontrando jugadores para ello. Nuestros máximos son muy altos, pero nuestros mínimos cuando entran los nervios también se notan”, afirmó, argumentando que “se debe sobre todo a falta de consistencia mental. Por ejemplo, el otro día McFadden nos metió dos triples bien defendidos y nos frustró. Nos falta vivir posesión por posesión, pero es normal que les pueda pasar a jugadores en crecimiento”.

Satisfecho porque “el equipo entrenó ayer bien, con intensidad y tono”, Ponsarnau reconoció que la mente del colectivo está en asegurarse el pase a cuartos lo antes posible: “Tenemos que intentar quedar primeros, pero sobre todo clasificarnos”. En caso de derrota y ante posibles empates simples o triples, se daría una resolución final sin horario unificado en la última jornada porque el Oporto-Gottingen se jugará un día antes que el Surne Bilbao Basket-Balkan Botevgrad. “Esta competición aún tiene fisuras en las que debe ir avanzando. Le falta dar pasos en temas como ese, pero no podemos hacer nada salvo centrarnos en mañana”, finalizó.