El Surne Bilbao Basket afronta hoy miércoles (19.30 horas) en Gottingen un encuentro que, como reconoce Jaume Ponsarnau, puede proporcionarle “un premio importante”. El conjunto vizcaino, invicto en la FIBA Europe Cup con nueve éxitos en otros tantos encuentros, tiene ante sí la primera oportunidad para sellar su billete para los cuartos de final de una competición continental en la que hasta el momento se está mostrando dictatorial, muy alejado de los dientes de sierra que le están atenazando en la Liga Endesa. No será, al menos sobre el papel, un encuentro en absoluto sencillo. El conjunto alemán, con una victoria y dos derrotas en este Grupo K, llegó a tener el balón de la victoria en el encuentro de la primera vuelta disputado en el Bilbao Arena, resuelto finalmente con un apurado 75-73 gracias a una magnífica acción defensiva de Thijs De Ridder en la última jugada ante Fedor Zugic, demostrando sobre todo sus notables capacidades ofensivas.

En este sentido, Ponsarnau reconoció ayer martes que conseguir el triunfo y avanzar a la siguiente ronda supondría ya “un paso importante”, pero no quiso, ni mucho menos, lanzar las campanas al vuelo. “Vamos a respetar al rival, que para nosotros es incómodo porque tiene mucha polivalencia, encuentra mucho triple en sus pívots y eso complica un poco las cosas a nuestra defensa. Vamos a intentar hacer el mejor partido que podamos, no solo por el premio sino también por el compromiso que tenemos y a ver si vamos dando pasos hacia adelante”, apuntó. Y es que el conjunto de Olivier Foucart presenta numerosos focos de peligro en la parcela atacante, con la peculiaridad de que dos de sus mejores triplistas, Grant Anticevich y Karlins Silins, sancionado en la Bundesliga por agredir a un rival pero disponible en Europa, actúan en las posiciones de ala-pívot y pívot. Junto a ellos, en la rotación exterior destacan el prometedor y descarado Zugic, Umoja Gibson, Bodie Hume, Zach Ensminsger y su última adquisición en el mercado, el base estadounidense David DeJulius, que ha llegado procedente del Lavrio griego y que en su debut el pasado fin de semana en la cancha del Tubingen (95-116, cuarto triunfo del curso para los de Foucart) aportó 29 puntos y nueve asistencias. Por contra, ha salido del equipo Deondre Burns, ahora en el Hapoel Holon.

Al igual que los hombres de negro, los alemanes están encontrando en la FIBA Europe Cup un ecosistema mucho más amable que en la Bundesliga, donde están también con un solo triunfo sobre la zona de descenso. Por ello, Ponsarnau, que tras el fichaje de Keith Hornsby tendrá que descartar hoy a dos jugadores de las convocatorias habituales de la Liga Endesa al exigir la competición continental la inscripción de cinco cupos de formación, quiere que los suyos jueguen con los todos los sentidos alerta. “Esperamos uno de los partidos más difíciles de la competición. Ellos, el Oporto y nosotros hemos demostrado que somos los equipos que aspiramos a la clasificación dentro de nuestro grupo. Tenemos que respetar al Gottingen porque para nosotros es un equipo complejo en ataque y en defensa. Tendremos que dar lo máximo y adaptarnos porque nos van a obligar a ello”, recalcó, analizando que “es un equipo ofensivamente muy agresivo, sobre todo desde la línea de tres puntos. En este sentido, va a ser importante minimizar sus porcentajes, pues ellos van a tirar y mucho, y encontrar solidez en el rebote. Hacerlo bien en el defensivo y ser agresivos en el ofensivo puede ser importante para controlar el ritmo del partido”.

A la espera de cómo queda el esqueleto del equipo tras esos dos descartes y con el interés de asistir a la evolución de Hornsby dentro del colectivo, el conjunto vizcaino debería tener en su trabajo defensivo un factor diferencial ante un rival que llegó a sufrir para derrotar al modestísimo Balkan Botevgrad (76-70) pero que en otros duelos demostró capacidad para moverse con soltura alrededor de los 90 puntos. Dejar sellado el billete para cuartos merece un esfuerzo.