El Bilbao Basket arrolla sin piedad a los Caledonia Gladiators (106-58)
Tras sestear los primeros quince minutos, el equipo vizcaino desató todo su potencial y sigue invicto en la FIBA Europe Cup
Tres de tres. El Surne Bilbao Basket continúa inmaculado en la FIBA Europe Cup, resolviendo un nuevo duelo como anfitrión con brutal autoridad. Sus víctimas este miércoles fueron los Caledonia Gladiators (106-58), que solo aguantaron en partido los primeros quince minutos, el tiempo que tardaron los anfitriones en tomarse en serio el asunto. A partir de ahí, la tiranía de los de Jaume Ponsarnau fue incuestionable, tiránica, abrumando a los visitantes con su actividad defensiva y castigando al galope su canasta sin la más mínima piedad
Del 30-28 a cinco minutos del descanso al 106-58 final se desató la tormenta perfecta, una sucesión de canastas al contraataque tras robos de balón que permitió el lucimiento de numerosos ‘hombres de negro’. Bajo ese patrón de comportamiento, los locales compensaron con creces al público de Miribilla tras un arranque soporífero. Mates, bandejas, triples… Al menú continental no le faltaron ingredientes para el disfrute.
Fue Adam Smith quien escribió el prólogo de la victoria con los diez puntos casi seguidos que permitieron llegar al conjunto vizcaino con nueve puntos de ventaja al descanso (42-33). A partir de ahí, el tarro de las esencias lo destaparon Kristian Kullamae (trece puntos en seis minutos entre bandejas y triples para acabar con 25), Sacha Killeya-Jones y el hiperactivo Melwin Pantzar (11 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias) para que el duelo estuviera ya roto en el ecuador del tercer acto (56-35) y posteriormente se unieron a la fiesta Tomeu Rigo, Denzel Andersson (tres de tres en triples) y Unai Barandalla, autor de la canasta que permitió alcanzar los cien puntos.
FLOJO ARRANQUE
Al conjunto vizcaino le costó imponer su superioridad en pista porque ingresó en el encuentro con déficit de tensión competitiva, a medio gas. Su tempranero intento de activar a Tryggvi Hlinason en las distancias cortas funcionó a medias. Los escoceses tardaron casi tres minutos en anotar, pero cuando entraron los triples de Lukas Palyza y Patrick Whelan, con el checo asumiendo galones, pasaron a controlar el luminoso y un partido que por momentos parecía un correcalles sin sentido. El 9-12 fue el toque de atención que despertó a los de Ponsarnau. Dos triples de Kullamae y dos canastas de Killeya-Jones dibujaron un interesante 10-0 para colocar el 19-12, pero los Caledonia Gladiators se defendieron con dos nuevos triples para cerrar el primer cuarto con un apretado 22-19.
Los visitantes optaron por endurecer su defensa como método de supervivencia y el Surne Bilbao Basket encontró en los tiros libres la forma de mover sus guarismos, aunque tampoco con gran acierto. Sus ataques, con pases y tiros erráticos, carecían de la tensión necesaria para resultar dañinos y en ese ecosistema los escoceses encontraban facilidades para no perder contacto en el marcador (30-28). Tuvo que ponerse manos a la obra Smith para firmar cuatro acciones seguidas de pura calidad individual y obligar a Gareth Murray a pedir tiempo muerto a tres minutos del descanso con un 38-28. Un nuevo carrusel de pérdidas (nueve en total hasta el descanso) por falta de concentración evitaron el demarraje definitivo, aunque una nueva canasta de Smith permitió a los ‘hombres de negro’ llegar al ecuador de la cita con un favorable 42-33.
AUTORIDAD
Fue tras la reanudación cuando los anfitriones hicieron saltar el partido por los aires. Con seriedad defensiva, sin despistes en las marcas individuales, el Surne Bilbao Basket amasó un gran botín de robos de balón materializados en supersónicos contraataques que fulminaron a unos Caledonia Gladiators incapaces siquiera de ver por dónde les llegaban los golpes. Con Kullamae anotando trece puntos en los seis primeros minutos del tercer cuarto, Killeya-Jones imponente y Pantzar uniéndose a la fiesta con un clínic de cortar pases sin piedad para sumar puntos en el aro rival, el destrozo fue superlativo. Del 30-28 del ecuador del tercer cuarto al 56-35 diez minutos después para, a continuación, pasar a jugar absolutamente a placer.
El 76-44 a diez minutos del final, con un 27-6 en puntos anotados tras pérdida del rival, era el perfecto resumen de lo acontecido sobre la cancha. La ventaja de los anfitriones coqueteó con los cincuenta puntos y hubo oportunidad para repartir minutos y momentos de lucimiento entre todos los jugadores. Tercera victoria continental, líderes de grupo en solitario e invictos y rearme mental para visitar el sábado al crecido Casademont Zaragoza, que también resolvió con éxito su encuentro de esta competición: 72-78 en la cancha del Kalev/Cramo estonio.