La Euskal Kopa de 2023 ha sido maldita, afectada por la Ley de Murphy que dice que todo lo que puede salir mal, sale mal o peor. Al duelo entre el Surne Bilbao Basket y el Baskonia que se iban a jugar el título vasco para cerrar su pretemporada se le cruzaron una serie de imponderables que acabaron con la suspensión del partido y el trofeo desierto y sin ganador, aunque en el momento de la interrupción definitiva ganaban los gasteiztarras por 29-33.

Cuando los equipos aún no habían llegado a la cancha, se supo que la expedición baskonista había quedado bloqueada en la autopista A-68, a la altura de Zuia, por culpa de un grave accidente. El derbi estaba programado para las 19.30 horas, pero el Baskonia llegó a Galdakao pasadas las 19.00 horas, por lo que se decidió que el choque comenzara a las 20.15 horas para dar tiempo a los jugadores de Joan Peñarroya para que realizaran un calentamiento en condiciones.

Para colmo, a media tarde había descargado una tormenta que elevó la humedad y la condensación en el Polideportivo Urreta, en el que ya de por sí el ambiente suele estar caldeado por la piscina que hay al lado de la cancha. Los equipos calentaron con mucha precaución, con algunos gestos de disgusto, pero el Bilbao Basket y el Baskonia decidieron empezar el partido por respeto al público, en número de unos 300 espectadores, que había soportado la espera y que había pagado por su entrada, claro, aunque algunos jugadores se mostraron reticentes tal y como estaba la cosa.

Hlinason busca anotar bajo el aro del Baskonia. José Mari Martínez

Tal y como se temía, desde el primer minuto hubo resbalones, caídas fuertes y peligrosas, como la que sufrió Dani Díez, y el sudor de los jugadores puso el parqué aún más resbaladizo en algunas zonas sin que la labor de secado hiciera efecto. Las miradas de uno a otro banquillo, conversaciones entre los responsables deportivos de ambos clubes y la Federación Vasca y entre los jugadores y los árbitros llevaron a que a falta de 4.29 para el final del segundo cuarto, justo después de que Killeya-Jones sufriera el enésimo resbalón, Juan Carlos García, árbitro principal, decidiera la suspensión del encuentro para evitar males mayores.

ADAM SMITH, LESIONADO

El partido había dejado acciones de calidad, sobre todo un tremendo mate de Killeya-Jones por encima de Kotsar, pero no merecía la pena correr riesgos. En el bando bilbaino, vinieron a la cabeza las graves lesiones que el año pasado sufrieron Goudelock y Rigo y las caras y gestos de preocupación no cesaron hasta que el derbi se paró. Porque, además, Adam Smith era baja en el partido por culpa de una fractura en un dedo de la mano izquierda que se produjo en el duelo de la semana pasada ante el Oporto. De momento, no hay periodo de baja estimado para el jugador estadounidense.

En el Baskonia, doblemente gafado, tampoco se quiso forzar la situación para un choque en el que faltaban los mundialistas Tadas Sedekerskis y Vanja Marinkovic y Markus Howard por una indisposición de última hora. Los aficionados que casi llenaron Urreta entendieron la situación, ovacionaron a ambos equipos por el esfuerzo y los jugadores tuvieron a bien hacerse fotos y firmar autógrafos a todo el que se los solicitó antes de regresar a sus autobuses después de una experiencia que debe llevar a reflexionar sobre la importancia que se le quiere dar a la Euskal Kopa.

Total, que el Bilbao Basket cierra invicto una pretemporada que, al final, ha quedado recortada por los imponderables. Estaban programados seis amistosos, pero la semana pasada ya tuvo que cancelarse el que debía enfrentar a los hombres de negro y el Gottingen porque los alemanes no pudieron desplazarse a Oporto. Y ayer el derbi quedó reducido a apenas un cuarto y medio. Pese a todo, Jaume Ponsarnau está satisfecho con el trabajo que viene realizando su plantilla, a la que le queda una semana para pulir detalles antes del estreno liguero ante el Morabanc Andorra del próximo domingo en Miribilla.

Supercopa

MADRID-BARÇA, PARA ABRIR BOCA

Murcia, anfitrión. Murcia acoge este fin de semana la Supercopa, el torneo que da inicio de forma oficial a la temporada en la ACB. Para abrir boca, a partir de las 18.30 horas, está previsto el duelo entre el Real Madrid y el Barcelona, este año con más morbo aún ya que servirá para presentar las novedades de ambos equipos: el regreso de Campazzo a las filas blancas y los fichajes azulgranas de Brizuela, Parra y el ex madridista Willy Hernangómez, además de Jabari Parker, que llega desde la NBA. Después, a las 21.30 horas, se medirán el anfitrión UCAM Murcia, que debuta en el torneo, y el Unicaja. En el bando local también hay importantes fichajes, entre ellos el del ex Bilbao Basket Ludde Hakanson. El equipo malagueño ha mantenido el bloque que le llevó a ganar la Copa y ser semifinalista de la Liga Endesa.