“Volvemos con las pilas cargadas y con mucha ilusión, en mi caso con la ilusión de hacer la mejor temporada de mi vida”. Con estas palabras optimistas ha arrancado Jaume Ponsarnau su segunda campaña como entrenador del Surne Bilbao Basket, un discurso en el que no ha escondido la realidad de los hombres de negro en una Liga Endesa muy polarizada por el desequilibrio en lo referente a los presupuestos, pero apuntando que la sensatez no debe estar reñida con la ambición.
“A priori hay una realidad, que es que hay diez equipos que tienen un presupuesto claramente más alto que el resto. Luego estamos los otros conjuntos y habrá que ver a quién le han salido bien las cosas y a quién le han salido mal, las lesiones… Lo más sensato es empezar teniendo claro que el objetivo primordial es ser uno de los mejores 16 equipos de la liga, pero con la ambición de que salgan bien las cosas y que dentro de esos 16 seamos el mejor conjunto posible”, ha destacado.
Esta próxima campaña, el conjunto vizcaino volverá a jugar competición continental, esta vez la FIBA Europe Cup, lo que añade exigencia a la singladura competitiva, pero también ilusión. “Esta competición tiene la particularidad de que cada semana hay partido, no una sí y otra no. Eso es un matiz de cara a la planificación y por eso gana importancia entrenar en pretemporada. Pero es algo que nos gusta. Hemos hecho una plantilla con la que, si no hay lesiones, debemos ser capaces de llevar esto. A nivel de ambición competitiva vamos a ir a lo máximo, sin olvidarnos de que nuestra prioridad es la Liga ACB. Queremos vivir la FIBA Europe Cup con la máxima ilusión, yo la he jugado una vez y sé que es dura y exigente. Alguno de nuestros rivales es de máxima exigencia y perder un partido afecta mucho a tus posibilidades competitivas”, ha desgranado.
Ponsarnau tampoco esconde que su equipo puede ser uno de los señalados para llegar lejos en esta competición y cree que estarán preparados: “Lo de llegar lejos probablemente pueda pasar, pero ahora mismo lo que nos preocupa más es conjuntarnos como grupo para ser equipo y estar preparados para el arranque de la ACB con las máximas posibilidades competitivas. Pero todos damos pasos en la vida para en algún momento ser favoritos en cosas. Si tenemos que afrontar esa realidad, lo haremos con la máxima ambición e ilusión”.
UN DIEZ EN SATISFACCIÓN
Cuando se le ha preguntado por el nivel de satisfacción con respecto a la plantilla que tendrá a su disposición, Ponsarnau no ha dudado. “De uno a diez me gusta diez, pero esto no es una novedad para mí. Nos ha gustado cómo hemos hecho el equipo. El hecho de que lo hiciéramos tan rápido es una muestra de que todo salió bien. No esperamos a fallos u oportunidades de mercado. Fuimos a fichar lo que queríamos y pudimos fichar casi todo. Es un síntoma de que nos gusta lo que tenemos entre manos y vamos a intentar sacarle todo el jugo. Si no se lo sacamos, supongo que el entrenador va a ser el culpable (risas)”, ha indicado.
En el mercado, uno de los objetivos ha sido “sumar salud”. “Las lesiones pueden llegarle a cualquier jugador, pero hemos querido sumar capacidad para aguantar toda una temporada jugando también en Europa, con máxima exigencia, pudiendo tener un equipo un poco más largo a nivel de prestaciones para poder prolongar más el nivel de energía a lo largo de la temporada. Tenemos muchos melones por abrir y los abriremos con la máxima ilusión y confianza, pero los tenemos que abrir”, ha explicado, argumentando que además de los partidos de preparación ante el Palencia en Laredo, el Real Madrid en Iruñea y la Euskal Kopa, el Torneo de Oporto, en el que jugarán tres encuentros, tendrá mucha importancia: “No somos de hacer muchos amistosos porque al jugar en Europa tendremos poco entrenamiento durante el año y ahora queremos aprovechar para trabajar. Creo que hemos hecho un equipo para trabajar bien”.
“QUERÍAMOS A LUDE Y SULE”
Posarnau no ha escondido que “nosotros queríamos seguir contando con Lude y Sulejmanovic pero no ha podido ser”. En ese sentido, ha reconocido que “en su momento fue una decepción, pero es parte del proceso. En este sentido, nos hemos movido con confianza, he vuelto a descubrir que este club es sensato y no ha perdido la cabeza por la marcha de estos jugadores. Hemos tenido la oportunidad de componer un juego interior algo más largo que lo que en un principio queríamos hacer con Sule y creemos que esto nos va a dar un poco más de polivalencia y recursos. Por fuera hemos fichado a Renfroe, un jugador muy experto y con un conocimiento de la liga y del máximo nivel competitivo muy grande. A los jóvenes les vendrá bien tener un jugador como él”.
Sobre su compañero en el puesto de base, Melwin Pantzar, ha añadido que “este verano le hubiesen querido fichar muchos equipos de la ACB, pero la idea de contar con él nosotros la teníamos desde hace tiempo y eso nos permitió anticiparnos en el mercado. Nosotros queríamos que nuestra pareja de bases fuesen Melwin y Lude. Creemos mucho en sus posibilidades, en lo que nos puede dar en ataque, defensa, físico energía, ilusión y juventud”.
Los cambios en la plantilla provocarán un cambio en el estilo de juego: “A nivel de registros defensivos quizás perdemos alguno de los que teníamos el año pasado, pero podemos ser un poco más agresivos y no tan conservadores. En ataque, el año pasado tuvimos la voluntad de correr pero no lo conseguimos y este año creemos tener mayores virtudes en este sentido. Vamos a intentar aprovecharlo. Además, este año tenemos más tamaño y queremos aprovecharlo en los dos lados del campo para encontrar más ventajas competitivas”.