Ignacio Rosa era un jugador muy destacado en las categorías de formación con el Unicaja, que incluso llegó a hacerle debutar en la Liga Endesa. Pero como tantos jóvenes tuvo que hacerse un camino en la LEB Oro con el Oviedo, el Castelló, el Huesca y el Lleida hasta llegar al Bilbao Basket ya con 23 años y una madurez forjada lejos de los grandes focos. “Es una oportunidad que llevaba buscando bastante tiempo”, reconoció en su presentación oficial en el hotel Puerta de Bilbao. “Cada jugador lleva su camino, es un trabajo que hay que hacer y ahora he llegado al Bilbao Basket y estoy muy contento. Creo que habrá oportunidades y espero aprovecharlas”, comentó el jugador nacido en Badalona cuando su padre Juan jugaba en el Joventut, pero de formación malagueña.

El ala-pívot del Bilbao Basket se mostró dispuesto a “dar el callo y aportar todo lo que pueda al equipo” a partir de esa “versatilidad” desde sus 2,06 metros que también destacó Rafa Pueyo y que le ha caracterizado siempre. “Tiene que adaptarse a la exigencia de la ACB, pero no va a faltar trabajo por su parte”, dijo el director deportivo. “Puedo hacer las posiciones de cuatro y de cinco y abrir el campo. Estoy más cómodo jugando abierto, pero sé que tengo que mejorar en el juego al poste y en el rebote y en el juego de contacto”, añadió Rosa, que ya conoce que “hay una gran diferencia entre la LEB Oro y la ACB en el apartado físico”.

Ignacio Rosa reconoció que, en principio, tiene cuatro jugadores por delante en las posiciones interiores, aunque puede compartir cancha con cualquiera de ellos y señaló que “tenemos dos competiciones y muchos minutos a repartir. Creo que habrá opciones de jugar para todos y hay que estar preparado”. El trabajo de la pretemporada, pese a las dificultades, va encaminado a jugar “a la carrera, bastante rápido y con muchas transiciones y movilidad”, según está tratando de inculcar Jaume Ponsarnau. Los amistosos se acumulan, pero el jugador malagueño, que ya se está adaptando a la ciudad sin problemas, está deseando jugar ya en Miribilla, conocer ese ambiente, ya que “lo que todos los jugadores queremos es estar delante de nuestra gente”.