A la quinta no ha llegado la vencida para un Surne Bilbao Basket que sigue sin estrenar su casillero de victorias en la Liga Endesa. El conjunto vizcaino ha caído derrotado en la cancha del UCAM Murcia (92-87) en un duelo en el que ha vuelto a mostrar la competitividad de la que está haciendo gala en sus duelos fuera de casa pero en el que le ha faltado de nuevo mayor solidez y contundencia en los momentos de la verdad, al tiempo que le han pesado sus 18 pérdidas de balón.

Los de Álex Mumbrú han arrancado mal, acumulando desventajas de dobles dígitos, han reaccionado hasta el punto de mandar en el luminoso en el tercer cuarto y se han visto abocados a un final igualado en el que la calidad individual de jugadores como Isaiah Taylor y Thad McFadden ha acabado desnivelando la balanza a favor de los de Sito Alonso, muy entonados desde la larga distancia con 16 triples anotados y un 47% de acierto. En una resolución final jugada de poder a poder y en parámetros de máxima igualdad (favorable 83-84 a 2:30 del final) han acabado pesando los fallos en los tiros libres y los desajustes en un par de defensas zonales que ofrecieron demasiado espacio para dos triples de Nemanja Radovic y Taylor que han impulsado a los locales hasta el 89-84 para no volver a mirar atrás. Los anfitriones ya habían castigado ese tipo de estructura de retaguardia en el acto inaugural y han vuelto a hacerlo al final.

El Surne Bilbao Basket necesitaba ganar para borrar ese descorazonador cero de su casillero de victorias (el Morabanc Andorra ha ganado, por lo que se queda ya solo en el sótano de la tabla), por lo que de bastante poco le vale la sensación de volverse a ver competitivo porque estar cerca de las victorias no es sinónimo de echarles el lazo. Esta vez jugadores a los que se les reclamaba un paso al frente como Valentin Bigote o Andrew Goudelock (21 y 19 puntos respectivamente) sí han ejercido de referentes, pero al colectivo le falta sumar más recursos humanos sostenibles y fiables y, sobre todo, encontrar de forma urgente una solidez defensiva que rebaje los guarismos totales y porcentajes de acierto de los rivales. No ganar pese a anotar 87 puntos fuera de casa es preocupante.

DE MENOS A MÁS

En el arranque de la contienda, los dos equipos apostaron por tratar de hacer llegar el balón hasta debajo del aro, pero sin fortuna. Fue el Surne Bilbao Basket el que primero borró el cero de su casillero de puntos tras casi tres minutos de sequía total, pero su apuesta por defenderse en zona, colapsando los espacios interiores, fue perfectamente desactivada y castigada por el UCAM Murcia. Entre Taylor y Jordan Davis bombardearon el aro bilbaino a base de triples y el 18-8 se convirtió en una realidad en menos de siete minutos de juego. Los de Mumbrú sufrían tanto en ataque como en defensa. Su horrible toma de decisiones en sus intentos de sumar puntos se unía a sus vías de agua atrás. El 26-14 con el que se cerró el acto inaugural se explicaba tanto por las sensaciones vistas en cancha como con datos en mano: 6 de 10 desde la línea de 6,75 para los de Sito Alonso, ocho pérdidas de balón para los visitantes.

El segundo cuarto arrancó con un Surne Bilbao Basket más intenso y sólido en labores de retaguardia. Ese plus de intensidad le sirvió para mantener a su rival casi cinco minutos sin anotar, pero ello no le valió para darle la vuelta al marcador aunque sí para acercarse (28-22) con un parcial de 0-8 liderado por Bigote y Jeff Withey que no fue mayor porque su ataque funcionó a tirones, mezclando aciertos y fallos difíciles de entender. Radovic salió al rescate de un UCAM Murcia que amenazó con volver a coger vuelo, pero los 'hombres de negro' actuaron con compostura en los minutos previos al descanso. Si los visitantes sumaban puntos en las distancias cortas, Goudelock los contrarrestaba desde la larga distancia y tirando de penetraciones y el 39-35 en el ecuador de la contienda dejaba absolutamente todo abierto.

En la reanudación, parecía que el Surne Bilbao Basket reincidía en viejos vicios, pues arrancó con dos pérdidas consecutivas castigadas por Davis, pero no solo no perdió pie en el marcador, sino que se recompuso a base de subir líneas en defensa para colapsar el juego del rival, robar balones y correr al contraataque. Con Rafa Luz incisivo, Goudelock acertado y Gytis Masiulis y Álex Reyes galopando, un parcial de 0-9 permitió a los visitantes pasar a dominar por 51-54, aunque el Murcia supo mantener la sangre fría para frenar las alegrías de su rival.

FINAL AJUSTADO

El 59-60 con el que se llegó a los diez minutos finales prometía emociones fuertes. Entre Thad McFadden y Chris Czerapowicz amagaron con romper el choque a triplazo limpio incluso con una jugada de seis puntos tras falta de Regimantas Miniotas (74-69), pero Goudelock y Bigote respondieron con la misma moneda (74-74). En un constante toma y daca de puntos por parte de ambos bandos, el duelo llegó 83-84 a sus dos minutos y medio finales. Entonces, dos triples contra zona de Radovic y Taylor, dos tiros libres fallados por Ángel Delgado y otro por Masiulis permitieron a los anfitriones fabricar una mínima ventaja que fue ya decisiva.