El Bilbao Basket arrancó la presente semana con una hoja de ruta muy distinta a la que finalmente deberá afrontar desde el punto de vista competitivo. Pese a que su situación clasificatoria, complicadísima, le obliga a etiquetar como auténticas finales las ocho contiendas que le quedan por disputar, la doble jornada prevista para esta semana presentaba un marrón considerable: la visita al Unicaja (hoy, 21.15) menos de 48 horas antes de la madre de todas las batallas por la supervivencia: el duelo en Miribilla (sábado, 18.00) ante el Fuenlabrada. Pero los positivos por covid-19 en el cuadro madrileño han provocado el aplazamiento de esa cita, por lo que los hombres de negro deberán centrar todos sus esfuerzos en la complicadísima misión de arrancar esta noche la victoria del feudo de los de Fotis Katsikaris, que llegan al partido en plena lucha por el play-off y tras 19 días sin competir.

Álex Mumbrú aseguró ayer miércoles que los suyos estaban plenamente centrados en el choque de hoy independientemente de la suspensión del duelo ante los fuenlabreños, pero ahora hay más motivos, si cabe, para convertir esas palabras en hechos, ya que la necesidad de sumar victorias es imperiosa. Tanto carrusel de aplazamientos y variaciones en el calendario no ayuda ni lo más mínimo -"parece una subasta en la Gran Vía, con partidos aquí, partidos allá...", dijo el técnico catalán-, pero no queda otra que asumirlo. Con todos sus jugadores disponibles -Jonathan Rousselle parará probablemente tras este encuentro para tratarse de sus problemas en el tendón de Aquiles- y un descarte por hacer, Mumbrú no desdeñó el potencial del Unicaja en el juego interior, pero focalizó la mayor parte de su peligro en su perímetro: "Desde la llegada de Fotis están haciendo un baloncesto diferente, más dinámico, mejor defensivamente. Por fuera no hace falta que lo diga: Brizuela, Jaime Fernández, Bouteille, Francis Alonso, Waczynski... Tiene un arsenal de jugadores que en cualquier momento te puede romper el partido y tendremos que estar muy bien en la defensa uno contra uno intentando parar a cada uno de ellos porque si solo tapas una vía de agua te pueden entrar por otro lado. Hay que intentar ser competitivos, competir con dureza sabiendo lo que nos jugamos e intentar estar lo más concentrados posible durante los 40 minutos". El Bilbao Basket estará obligado a ofrecer una versión competitiva muy superior a la mostrada en su último compromiso ante el Manresa si al menos quiere aspirar a ser competitivo y, en el mejor de los casos, aspirar a dar la campanada.

Unicaja no podrá contar con Carlos Suárez (lesión en el gemelo) y tiene las dudas de Yannick Nzosa y Gal Mekel. "El Bilbao Basket es un equipo muy especial en mi carrera por lo que conseguimos cuando yo estaba allí, siempre le tengo un enorme cariño. Mañana (por hoy) necesitamos ganar pero espero y deseo que mantengan la categoría porque es una plaza muy importante para la Liga Endesa. Yo creo que lo van a conseguir", dijo Katsikaris.